Se estrena este viernes 4 de abril la nueva película de animación de Blue Sky Studios y Twenty Century Fox animation.
Río 2 intenta repetir el éxito de la primera entrega en 2011.
Vuelven los entrañables guacamayos Blu y Perla, que en esta ocasión tendrán a tres adorables hijos. Perla, preocupada por la actitud tan poco natural de sus hijos y el comportamiento tan «humanizado» que tienen, considera que lo mejor es viajar al Amazonas con el fin de que conozcan la vida salvaje. Pero en su viaje tendrán más de una sorpresa y algún reencuentro.
La secuela de Río vuelve a contar con Carlos Saldanha en la dirección, el cual se hace cargo en esta ocasión también del guión, y se acaba notando en exceso. De esta forma, el también responsable de la saga Ice Age firma un guión pobre, previsible y aburrido en algunos tramos, firmando una historia que no consigue conectar con el espectador como hiciera su predecesora.
Los nuevos personajes de Río 2 carecen de carisma, donde aglutinan una serie de tópicos repetidos hasta la saciedad en el mundo del cine. Así las cosas, nos encontramos ante el padre de actitud férrea e ideas inamovibles, el viejo amor convertido en un galán irresistible, así como el villano rencoroso que le nubla la venganza.
Como punto a favor del director respecto a las nuevas incorporaciones, cabe destacar a los secuaces de la malvada cacatúa Nigel, que consiguió sobrevivir al cruel destino que le deparaba el final de la primera entrega. Los secuaces son un oso hormiguero y una rana venenosa. El primero no habla, pero sabe expresar toda su vis cómica con sus gestos y movimientos; mientras que la rana no se calla nunca, ya que se siente frustrada por no poder tocar a su amor, Nigel.
Eso sí, en Río 2 las nuevas tecnologías y un 3D mejor que la media nos regalan un espectáculo visual que sabe exprimir la belleza y colorido del Amazonas, y es aquí donde la cinta nos regala sus mejores virtudes y momentos.
Tampoco faltan las secuencias divertidas, aunque resultan más esporádicas que en la primera entrega. No defraudará a los más pequeños, pero sus abnegados padres sólo encontrarán consuelo en el entretenimiento de sus hijos, ya que la historia no conseguirá atraerles lo suficiente.
En resumen, la secuela de Río actúa como continuación forzada de unos personajes ya exprimidos en la primera cinta, pero que aporta las suficientes novedades como para resultar atractiva a los pequeños de la casa.
Lo mejor de Río 2: El gran colorido de la selva amazónica y algunos personajes secundarios.
Lo peor de Río 2: Las canciones, la mayoría innecesarias y aburridas.
Nota: 5
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