Después de su éxito en los Oscar de 2011 con Nader y Sinim, una separación, el director Asghar Farhadi, vuelve con su nueva propuesta El pasado.
Farhadi sigue dejando su indudable huella a la hora de dirigir obras enrevesadas y complicadas en sentimientos.
Aunque esta es la sexta película del director iraní, en nuestro país es conocido desde la presentación de A propósito de Elly un drama con mucha carga de thriller enigmático como lo aborda de nuevo en El pasado.
Marie (Bérénice Bejo) le pide después de cuatro años a Ahmad (Ali Mosaffa) que vaya desde Teherán a París, para firmar los papeles definitivos del divorcio. Durante el tiempo que pasa en París Ahmad va descubriendo los misterios que su mujer guardaba y que no se ha atrevido a contarle, entre otros la mala relación que ella mantiene con su hija Lucía, y Marie le pedirá ayuda para saber las razones del comportamiento de su hija hacia ella y su nueva pareja. Para lograr su objetivo Ahmad tendrá que sacar a la luz un secreto que hará tambalear la nueva vida familiar.
El pasado es una madeja que hay que deshilar lentamente, y con cautela, pues los enigmas que se van desvelando van dando paso incluso a la apertura de antiguos rencores que se pensaban olvidados. Todos los personajes que hay en la cinta llevan implícitos el sello del sufrimiento, que además de reflejarse en su semblante se muestra en las relaciones tan distantes como parcas en palabras, y cuando las hay son hirientes.
Desde luego el director Asghar Farhadi ha creado en El Pasado una atmosfera por momentos conmovedora a la vez que un tanto agobiante por esos diálogos en escena tan directos y aunque cortos, son demoledores. Sobre todo si nos vemos inmersos en el papel de Marie, interpretado a la perfección por Bérénice Bejo, que está espectacular trasmitiendo rabia y angustia en sus escenas, en una papel para nada fácil, pero del cuál sale solvente.
Para nada uno va a imaginar lo que sucede en el trascurso de la cinta y de eso es un genio Farhadi como guionista, al igual que en sus dos anteriores obras, Nader y Simin y A propósito de Elly, va conduciendo al espectador por donde quiere, dejando la duda en el momento justo, para que el final sea sorprendente pero a la vez deja una puerta abierta a la imaginación, a que el espectador especule, mientras tanto, lo visto y lo tratado, pues desmenuza como nadie al ser humano y su comportamiento, ante situaciones límites y como no, muy emocionales.
Desde luego las interpretaciones son puro lujo en El pasado, porque el director ha decidido en cierta forma mostrarnos escenarios de a dos, duelos de actores, hay escenas de Ali Mosaffa y Bérénice Bejo, y de ambos con la joven Pauline Burlet que nos da una lección magistral de interpretación en todo el metraje.
Dentro del reparto de actores quizá el más conocido no es otro que Tahar Rahim , que hace de la nueva pareja de la protagonista, personalmente me reitero en mi opinión de resultarme un actor muy lineal y que no me trasmite demasiado, aquí en El pasado solo hay una escena donde logró conmoverme y es una que tiene con su hijo, pero poco más.
El pasado es una película estremecedora en cuanto a temática, pero a tener en cuenta ahora mismo en cartelera, donde veremos donde valores como la confianza y el respeto son necesarios en la vida, para no amontonar rencores y malos entendidos en uno mismo y así tener una vida más tranquila en sí, pero como se refleja en el conjunto de la trama la verdad no es algo que sea fácil de sacar pero si de enquistar.
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