Arrancado el decimosexto Festival de Cine Alemán en Madrid, con la película de Caroline Link, quien ganó un Oscar con En un lugar de África en 2001 a Mejor Película de habla no inglesa.
En Exit Marrakech Ben hace un viaje a Marrakech para pasar el verano con su padre, Heinrich. Hace tiempo que no tienen ningún contacto, y en esos momentos su padre se encuentra en esa ciudad dirigiendo obras de teatro. Heinrich no conoce nada con respecto a su hijo, sus costumbres y necesidades, ni siquiera sabe nada de la enfermedad que sufre, sabe que la tiene pero poco más. Ben se enfrenta a este viaje como todo un reto de rebeldía y de vivir el momento, conocer lugares y gente, algo que su padre no entenderá. Al final tendrán que llegar a un entendimiento y una convivencia.
Es de agradecer que en Exit Marrakech se muestre la distancia entre padre y su hijo sin que nadie más, como pudiera ser la madre o actual pareja del padre, intervenga en su conflicto y en su desarrollo. Una evolución y conocimiento de ambos, pues poco tienen en común, que se va abriendo por capas, como desplegando como por capítulos cada una de las distancias existentes entre ellos.
Bien es verdad, que todo está mostrado desde el respeto, que no hay una violencia excesiva en el recelo mutuo que se pueden tener, sobre todo por parte del hijo, que muestra una madurez exquisita y que refleja la vida intensa que ha vivido debido a los problemas familiares entre sus padres, y su enfermedad, ambas cosas marcan mucho la personalidad del joven, seguro, distante pero a la vez ingenuo y con capacidad, necesidad de aprender y vivir experiencias nuevas que le engrandezcan como persona.
Exit Marrakech es una road movie por esta hermosa ciudad de Marruecos y por el interior de los dos protagonistas, padre e hijo que se desnudan a cámara para bien o para mal, dejando patente la firmeza de cada uno en sus pensamientos e ideales. Todo se va engrandeciendo cuando los personajes se nutren de las experiencias vividas en esos días, de lo que les ha aportado cada una de las personas que pasan a su lado. Esto es mucho más evidente en la parte del hijo pero finalmente vemos como el padre también tiene que abrirse al exterior y salir de su cascarón.
En Exit Marrakech Caroline Link pasa de refilón en algo que para mí hubiera sido fundamental para ver más certero el desenlace final o comprender más a los protagonistas, y es que en una secuencia el padre le ofrece darle su versión de su separación a su hijo cuando él quiera, no se vuelve a incidir en el tema, el hijo no reclama nada, pero bien es verdad que hay otra secuencia donde el padre narra un acontecimiento sucedido cuando el hijo tiene cinco años, y ahí se dejan entrever que algo más pasó, que no solo los fallos vinieron por parte del padre para terminar ese matrimonio.
Por lo tanto creo que deja en bandeja aquello que la culpa no siempre es de una sola persona y que juzgar a los demás sin conocer todos los datos, suele ser gratuito.