Una película de vencidos, con un lobo con piel de cordero rodeado de ovejas.
“Nadie agudiza más que el que quiere ser querido”, una frase que resume muy bien este primer trabajo del director brasileño Fernando Coimbra.
Ese cine brasileño marcado por su temática social y reivindicativa esta vez nos trae un seudothriller, un relato salvaje que da un enfoque de lo que es capaz de hacer el ser humano para dañar a la persona que nos ha ultrajado, que ha sido traicionada o dolida de alguna manera. Pone de manifiesto la frialdad con la que se resuelve una pasión a pesar de ser contradictorio, ese tipo de cine que te deja mal cuerpo pero que a la vez te envuelve en una atractiva y sobrecogedora trama. Todo ello con el cartel de basado en hechos reales por lo que adquiere otra dimensión o derrotero que lo hace mucho más agónico.
Las consecuencias que pueden provocar los errores adultos no las valoramos cuando estamos ante la oportunidad de cambiar nuestra monotonía, como si fuera un juego, sin medir los efectos y sin conocer las reglas, convirtiendo la diversión en problema. Un problema que sin remedio acaba afectando al entorno. Un claro ejemplo de que la razón y la pasión caminan por calles diferentes.
En El lobo detrás de la puerta se reconstruye un suceso en una comisaría de policía a causa de una desaparición de una niña. Esto desemboca en una turbia y sucia historia de relaciones paralelas que esconden dos de sus personajes. Es un largometraje de venganza, de pasiones y sobre todo de obsesiones. Trasmite a la perfección como la persona que desea que un amor sea en exclusiva y sin estorbos se puede convertir en ceguera y despierte el lado más salvaje que poseemos. Aterradora, con escenas de verdadero drama.
A pesar de no ser un guión novedoso a priori y estar envuelto en demasiados tópicos al principio de la película, a medida que avanza la trama se va complicando y engancha sin remedio hasta el final, aunque esta tarde en resolverse demasiado en devaneos tratando de buscar respuestas.
Una película de vencidos, con un lobo con piel de cordero rodeado de ovejas. Presume de diálogos contundentes de un claro matiz pesimista que invita a la reflexión. Sucesivos flashbacks imperan y nos van desgranado la personalidad de unos personajes predestinados a la infelicidad.
Milhem Cortaz, interpreta al padre de la niña desaparecida, un inmaduro hombre que queda prendado de una mujer mucho más joven. Leandra Leal borda un papel de candida muchachita de provincias que se va transformando en una matahari a medida discurre la trama. Y Fabiula Nascimento, la bella esposa y madre abnegada a la espera de que aparezca su hija. Los tres personajes principales hacen un papel interpretativo muy correcto. Sin duda una película a tener en cuenta en DVD o en esas noches de la 2.