Crítica de Jurassic World
Ha sido un enorme gustazo volver a este maravilloso lugar, que me ha traído recuerdos muy gratos de mi infancia.
Con el sello de Steven Spielberg la película no es ni mucho menos una continuación de la saga, sino un inicio de una historia aun mayor.
“La clase de Control a la que se aspira aquí es imposible”. Estas palabras fueron dichas por Ian Malcolm, el matemático del Caos protagonizado por Jeff Goldblum en las dos primeras entregas de la saga. Y se pueden aplicar aquí de nuevo sin problemas, porque Jurassic World nos vuelve a recordar precisamente eso, la arrogancia del Hombre, nuestra pretensión de querer controlarlo todo y pensar que podemos jugar a ser dioses sin ningún tipo de consecuencia.
Bueno, recordado ya el mensaje humanístico y ético de esta historia, podemos entrar en materia con esta nueva y emocionante aventura. Ya aviso, esta película no habrá sido plato de buen gusto de todos, y seguramente escuchareis alguna que otra burrada sobre ella, pero ya digo que directamente lo mejor es ignorarlas e ir a visitar este parque temático, porque la diversión, la nostalgia y la aventura están servidas.
Con el sello de Steven Spielberg, que ejerce solo como productor, Jurassic World no es ni mucho menos una continuación de la saga, sino un inicio de una historia aun mayor. Ya hay rumores que apuntan a una nueva entrega después de esta. No voy a ser yo el que proteste por ello, es más, por mí que hagan todas las que quieran si consiguen los estándares de entretenimiento adecuados.
En fin, como decía, ha sido un enorme gustazo volver a este maravilloso lugar, que me ha traído recuerdos muy gratos de mi infancia, cuando vi la primera película allá por el año 1993.
Efectivamente son más de 20 años los que separan ambas cintas, y también los parques, porque aquí estamos ante un recinto propio del S.XXI, con un enorme acuario que alberga un Masosaurio de impresionantes dimensiones, antepasado del cocodrilo; un mini zoo con triceratops y brontosaurios Baby donde los más pequeños de la casa disfrutarán de lo lindo jugando con ellos; un Centro de visitantes de última tecnología holográfica donde se explica el milagro de John Hammond, cómo se extrajo el ADN de los mosquitos para devolvernos a estos animales extintos hace 65 millones de años. Por supuesto, este parque no sería nada sin el Reino del Rex, un recinto pensado para el gran Tyranosaurio, y en preparación, la atracción definitiva, que es la que va a dar numerosos problemas a los protagonistas.
Claire (Bryce Dallas Howard) es la Directora del parque, encargada de velar por la seguridad de 22.000 personas diarias y de buscar nuevas atracciones con las que atraer de nuevo la atención del público, porque el parque está en horas bajas a nivel económico. Entonces, el dueño y propietario nuevo del resort encarga la creación de un nuevo dinosaurio, más espectacular, más grande, con más dientes, que es lo que el público reclama. Aquí surge la idea del primer y único dinosaurio modificado genéticamente, el Indominus Rex.
Mientras tanto, Claire debe cuidar de sus sobrinos, que han venido de vacaciones, especialmente del pequeño, Gray, un chico muy inteligente a la par que miedoso. Lo que vivirá en este lugar le hará madurar y cambiar, al igual que su hermano mayor adolescente que solo está pendiente de las chicas.
Como en las anteriores entregas, aquí falta la figura de un héroe, de alguien que ponga algo de sentido común, y es ahí donde entra Owen (Chris Pratt) un exmilitar que se ha especializado en el cuidado y cría de los Velociraptores. Sí, vamos a tener Raptores domesticaditos que se comportan muy bien, al menos hasta que decidan que se vuelven traviesos.
Tal y como avanzaba al principio, el Control absoluto de todo es imposible, por lo que la tragedia tarda poco en desatarse. El Indominus Rex no es un dinosaurio cualquiera, es algo diferente. Mucho más inteligente, fuerte, y letal que cualquier otro, es un psicópata, porque mata por placer.
¿Cómo se puede parar a esta criatura? Pues solo hay que ver la peli para averiguarlo.
Esta cinta es la mejor de la saga después de la primera, encontramos golpes de humor muy buenos, muchas persecuciones, tensión y numerosas emociones.
¡Bienvenidos a Jurassic World!
Crítica de Jurassic World.