Entre los platos cinematográficos de la segunda jornada de la Muestra Syfy de Cine Fantástico sobresalió la oriental Guest (The Piper).
Guest (The Piper)
El director Kim Kwamg Tae nos ofrece en la Muestra Syfy 2016 una muy sui generis versión del cuento El flautista de Hamelín ambientada en Corea. La cinta sigue los pasos de un músico y su hijo por el país oriental. Ambos son pobres y se dirigen andando a la ciudad donde un doctor norteamericano podría operar al pequeño. Al llegar a una pequeña población, les atiende la autoridad del lugar, que les pide que no cuenten a los habitantes del pueblo lo que ha ocurrido en el territorio en los últimos años. El flautista se ofrecerá entonces a eliminar la epidemia de ratas a cambio de recibir el precio equivalente a una vaca. No obstante, a pesar de cumplir su parte del trato, el instrumentista no recibirá precisamente lo que se le prometió.
El cineasta, como gran parte de los realizadores provenientes de Corea, hace gala de una elegancia visual que es muy difícil de encontrar incluso en las producciones occidentales. Quizá, eso sí, asume algunos excesos a la hora de usar la violencia desatada en la segunda mitad del filme, cuando el protagonista recibe el castigo del pueblo y ejecuta su particular venganza. Sin embargo, a pesar de no ser una película perfecta, el largometraje se alzó como una de las propuestas más interesantes del certamen.
Listening
Menos lograda fue la norteamericana Listening. Khalil Sullins aborda la telepatía a través de los personajes de dos estudiantes que descubren un particular método para leer la mente. Lástima que este debut, que pretende ser un alegato contra esos organismos y corporaciones que quieren averiguar qué pensamos, nunca logra mantener el interés del espectador por una horrible puesta en escena y la inclusión de ingredientes melodramáticos acerca de la vida íntima y familiar de los protagonistas, que parecen más propios de un telefilme, y elementos budistas y new age que acaba siendo contraproducentes.
En definitiva, Listening es un continuo quiero y no puedo.
The Mind’s Eye
Más lúdica resultó The Mind’s Eye, última locura de Joe Begos. Recordemos que el realizador se convirtió en un referente del terror más gamberro y desenfadado con Casi humanos, una historia de abducciones extraterrestres rodada con la estética de las películas de los años ochenta que iban destinadas a video. Su segunda locura vuelve a copiar referentes visuales, aunque en este caso los aplica a una historia de personas que tiene el don de la telekinesis y a las que un profesor loco se encarga de cazar.
El resultado visto en la Muestra Syfy 2016 es una variante desmadrada, chapucera y gore de Scanners, el clásico de David Cronenberg, que provocó las carcajadas de los asistentes a la Muestra Syfy, que siempre reciben de buen grado las películas que se toman poco en serio y permiten los comentarios ocurrentes del público.
Bone Tomahawk
Quizá la gran decepción de la Syfy 2016 fue Bone Tomahawk, ópera prima como realizador de S. Craig Zahler. Ganador del premio al Mejor Director en el Festival de Sitges y candidata a los Spirit Awards en los apartados de guion y actor secundario, la película podría definirse como un western con caníbales. Con un ritmo voluntariamente moroso, el director nos cuenta la particular expedición de salvamento que se organiza para rescatar a una doctora y un reo que fue disparado por el sheriff de un pequeño pueblo, al que da vida un bigotudo Kurt Russell.
Zahler, autor del libreto, pretende ofrecernos una particular descripción de los hombres que emprenden esta particular aventura. No obstante, solamente el ayudante del sheriff, papel encarnado por un estupendo Richard Jenkins que recuerda con su interpretación a los personajes que dieron vida Walter Huston y Walter Brennan en varias películas del oeste, logra provocar alguna sonrisa dentro de un conjunto soporífero que se guarda unas gotas de gore para su desangelado final.
Este modesto periodista no entiende por qué este largometraje ha sido comparado con la genial Centauros del desierto.