Hay directores tocados por la varita del destino, a los que se les ha encomendado la ardua tarea de refrescar el panorama cinematográfico, que tan falto de ideas anda ultimamente, y no todos son norteamericanos. Hemos visto el ejemplo con Jaume Balagueró y Paco Plaza creadores de la exitosa ‘Rec’ o Juan Antonio Bayona con su aclamada ‘El Orfanato’, Gracia Querejeta con ‘Héctor’ y la no menos conocida y alabada ‘Siete mesas de billar francés’, y un no muy largo grupo del cúal seguro me dejo alguien pendiente. En este selecto grupo podemos incluir sin ningún género de dudas a Nacho Vigalondo, un crack en ciernes que, o mucho me equivoco, o promete darnos muchas sesiones de gloria al cine español.
En la historia que nos lleva a ‘Los Cronocrímenes’ hay mucho de genialidad, algo de desparpajo, pequeñas dosis de bisoñez y sobretodo un creador con garra capaz de sacar lo mejor de cada herramienta a su disposición.
Sin actores que enamoren en exceso, con un cada día más profesional Karra Elejalde, con las cumplidoras Bárbara Goenaga y Candela Fernández y con la participación a pleno derecho del director-actor, que aún notándosele su falta de experiencia en la interpretación consigue dotar de credibilidad a su personaje en una historia que durante muchos momentos parece abocada al fracaso.
Pero increiblemente y olvidando algunos lastres en el guión, la historia no fracasa, consigue sobreponerse a su ligero aire amateur y los increibles viajes en el tiempo del protagonista cobran poco a poco verosimilitud para terminar convenciendo tanto al espectador como al mismísimo director, que seguro quedó enormemente satisfecho con esta obra de bajo presupuesto que ha conseguido enamorar a medio mundo.
Y si la dirección es buena, el guión es la columna vertebral sobre la que se sostiene todo el conjunto de la película. Un guión muy elaborado que da la sensación de conseguir el máximo resultado sobre la máxima dificultad.
Cine diferente, con posos de perdurable y ante todo una muy recomendable aventura de un director llamado a que recordeis su nombre, Nacho Vigalondo.
7 sobre 10.
Rafael Calderón Luna.
Demasiado rizar el rizo. Con Hector 3 ya me perdí. Lo más destacable de la peli ya sabeis todos los que la habeis visto qué es (*)(*)