Crítica de cine. «Los Croods».
Chris Sanders es uno de esos expertos animadores que, aún trabajando para los grandes estudios de Hollywood (antes Disney, ahora Dreamworks), suele conseguir imponer su normalmente excelente criterio artístico. Su pista se puede seguir tanto en labores de ayudante de animación en una joya de la época dorada de Disney como es «El Rey León», pasando por el guión de «Mulán», y acabando en dos filmes en los cuales ya se ha encargado tanto del diseño de personajes como del guión y la dirección. Nos referimos a «Lilo y Stitch» (ese atípico relato en el que un marciano, completamente identificable con el estilo de Sanders, aterriza en Hawaii) y a «Cómo entrenar a tu dragón» (una vez más, el diseño de los monstruos se benefició del arte de este dibujante, entregándonos una de las historias más tiernas y bien escritas que Dreamworks ha producido desde que se dedica a la animación por ordenador).
Es por todo esto que uno se espera ciertas cosas positivas de su nueva película con el estudio dirigido por Spielberg. Sin embargo, y aunque «Los Croods» desde luego no desmerece en comparación con el resto de la obra de Sanders, quizás haya sido la intervención del más plano Kirk De Micco, ayudándole en el guión y en la dirección, lo que ha oscurecido ligeramente un relato prehistórico que, en cualquier caso, posee más espíritu que la mayoría de refritos digitales a los que podemos llevar a nuestros hijos.
Narrándonos las peripecias de una familia de cavernícolas (imprescindible la versión original, doblada por gente como Nicolas Cage, Emma Stone o Ryan Reynolds) en su viaje hacia un lugar más seguro (vale, no negaremos que la trama antediluviana de “mi casa se destruye-debo buscar otra atravesando grandes extensiones-final feliz a salvo del peligro” ya se ha tratado en infinidad de filmes infantiles, desde «En busca del valle encantado» hasta la muy similar «Ice Age» y sucedáneos), el filme aprovecha al máximo el medio para ofrecer al niño porrazos y simpáticos diálogos no exentos de una interesante lección moral y al adulto algunos de los paisajes más bellos jamás animados por ordenador (aunque el efecto «Avatar» sigue presente, el rango imaginativo que presenta este filme, con plantas carnívoras gigantes, pájaros-tortuga multicolor y enormes extensiones polvorientas cuidadas hasta en el más mínimo detalle, es digno de admiración).
En este sentido, una de las cualidades de «Los Croods» es su capacidad de sorprender: comenzando como una historia minimalista enmarcada en un cañón rocoso, lugar de origen de la familia protagonista (sí que es cierto que bastante cargada de tópicos, algo que Pixar es más experto en derribar), tras conocer a Chico, un cavernícola más evolucionado (interesante la dicotomía entre él y la familia, más prehistóricos), el film estalla en mil colores iniciándose este viaje ya comentado, en el que la verosimilitud se rinde a una cadena de números casi de slapstick, muy similar a las continuas peripecias explosivas de los dibujos animados clásicos (Tom y Jerry, El Correcaminos…) en los que los personajes parece que están hechos de goma.
Se trata de un viaje mágico para los ojos (con un diseño de personajes sobresaliente, que llegan a emocionar con sus muecas) y para la mente (incluyéndose interesantes valores que despierten al niño y hagan reflexionar al adulto, al convertirse todo el viaje en una búsqueda de la luz-progreso, dándole una dimensión realmente poética a los albores de la Humanidad, momento en el que comenzamos una búsqueda que, para bien o para mal, nos ha llevado a ser lo que hoy somos). Adentrándose incluso en cierto territorio melodramático en su parte final (sorprendente es ese cambio de protagonista, desde la hija rebelde hasta el padre inicialmente reacio al progreso pero que finalmente acepta su papel en el mundo, sacrificándose por su familia), la película en ocasiones hace sonreír, en otras emociona y casi en todas alegra al ojo gracias a su excelente apartado artístico.
Situándose en un punto intermedio entre la también emocionante «Ice Age» y otras producciones no tan acertadas de Dreamworks, «Los Croods» se sitúa como un pequeño pico que sobresale entre la multitud de obras mediocres de la ola de animación digital a la que nos enfrentamos actualmente.
Una Crítica de cine de Ricardo Jornet.
La Crítica de Eduardo Quintana.
Estreno en cines el 22 de marzo.
Marvin,
Tampoco opino que Brave sea especialmente maravillosa (de hecho, creo que está entre las peores de Pixar), pero al decir eso no me refería en particular a ella, sino a obras maestras como Ratatouille, Toy Story 3, Wall-e, Up… En cualquier caso, Los Croods me pareció por encima de la media de Dreamworks y la comparación era sólo para señalar que, en cuanto a profundidad psicológica (que no necesariamente artística) Pixar suele ganar. 🙂
Pixa, Pixar and dale with Pixar! And Brave had a great message, which? That movie is the most sozas last year, with obnoxious characters except Mérida. He received the Oscar just because Pixar is because other productions as the bent.