Muchas veces nos miramos al espejo pero no vemos la realidad, esta gran película es un espejo donde ver y sacar los traumas del pasado.
Las vidas de Grace es una cinta imprescindible para los amantes del cine intenso y con sentimientos verdaderos.
Grace (Brie Larson) trabaja como supervisora en un centro de acogida para adolescentes con problemas de adaptación, Short Term 12. Su vida entera es entregarse a su trabajo y los chicos que la necesitan. Pero puede que todo no sea una recompensa en Short Term 12 ya que sus miedos salen de nuevo a flote cuando Jayden, una chica muy inteligente, introvertida y rebelde ingresa en el centro, y Grace reconoce en ella parte de su pasado, que además se está volcando en su presente. A raíz de estos hechos su vida se va desmoronando y sobre todo se va alejando incluso de su pareja, junto a quién había encontrado una estabilidad emocional.
El título Las vidas de Grace aquí tiene mucho significado pues uno vive una vez, pero puede tener varias vidas, la interior y la exterior, ¿será posible convivir con las dos o la lucha porque ambas se fusionen en una realidad podrá con la persona? Para muestra un botón y Las vidas de Graces es eso, luchar por el día a día y por sacar la verdad de cada uno.
Un ejercicio de reflexión, de superación y de tolerancia con uno mismo y con el pasado, es lo que se muestra en esta intimista película que tan bien llevada y planteada está desde su inicio hasta el final, con un desarrollo lento como el tema lo requiere pues hay que ahondar en lo humano y en lo profundo de cada ser e ir desarrollando el deshilvanado de las carencias y dolores de lo sufrido por su protagonista.
Es una lectura positiva y sosegada del respeto y consideración con el sufrimiento ajeno, porque aquí en Las vidas de Grace hay dos ejes angulares que son los que mueven la película uno es el desasosiego interior que Grace sufre y que sin querer refleja o ve reflejado en los demás pero no se atreve a soltar amarras, pero además está el amor que lo sufrido le hace tener por los demás y ese aguante interior.
Es un desarrollo lento, sosegado y desgarrador, porque poco a poco cada uno de los protagonistas va soltando capas, dejando lastre por el camino, pero costándoles un mundo, porque la desconfianza es tal, que viven encerrados en sí mismas.
Si por algo se caracteriza este cine indie americano es por hacernos sumergirnos en mundos no agradables, pero reales, no tangibles pero palpables al sentimiento y sensibilidad; eso sí para nada roza la lágrima fácil, es directo en su contenido y te conmueve con naturalidad, expresando situaciones cotidianas sean del color que sean.
El silencio es un arma de doble filo, en Las vidas de Grace está utilizado como algo desgarrador, las actrices principales en este caso están inmersas en un submundo ficticio de cara a la sociedad pues lo que esconden duele tanto que es mejor callarlo, o al menos eso creen.
Aunque la mayor parte de la historia se centra en dos personas, no hay que dejar de lado que el film muestra muchos tipos de carencias afectivas y vulnerabilidad en otros personajes, y que desprenden una gran humanidad en el entorno que se recrea.
Las vidas de Grace, no deja de ser finalmente una historia de amor al uso entre dos personas y sus diferencias, además incluye ese amor también maternal y paternal que uno puede sentir por el prójimo y más si está carente de ello. Pero lo dicho todo esto sin caer en lo empalagoso, todo lo contrario, es sincero, directo y con la parte de comicidad necesaria en la vida.
Las vidas de Grace viene abalada por muchos premios en los festivales que ha recorrido. Otra característica a destacar es el gran montaje que tiene con una inserción de la música en el desarrollo que hace que te veas inmerso con los personajes y en sus devenires, algo que no es fácil de conseguir, y aquí está muy logrado.
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