Disney vuelve a las pantallas con su habitual cine comercial, en este caso con una película familiar cargada de valores. Un entrañable metraje de un gran contraste cultural y visual, con una trama dinámica y divertida.
El chico del millón de dólares cuenta como un agente de estrellas del deporte JB Bernstein (Jon Hamm) se va a buscar nuevos talentos a la India ya que el mercado en Estados Unidos parece estar agotado, se le ocurre hacer una especie de reality televisivo por varios puntos de la geografía hindú y así seleccionar buenos lanzadores de cricket que luego puedan ser buenos lanzadores de béisbol y así jugar en la liga estadounidense.
El filme está lleno de personajes curiosos, desde el ambicioso protagonista JB Bernstein de perfil duro que se va ablandado con el paso de la trama, hasta los personajes hindúes Rinku (Suraj Sharma) y Dinesh (Madhur Mittal) que con su humildad enamoran al espectador, pasando por la bondad de Brenda (Lake Belle) la inquilina del agente, que se encarga de la subtrama romántica y de darle a El chico del millón de dólares un toque maternal.
El chico del millón de dólares es una película emotiva con grandes dosis de color y musicalidad, no falta cierta tensión y algunas salpicaduras de humor. Tiene nobleza y dignidad y una abundante cantidad de energía visual y narrativa. Es entretenida, fácil de asimilar. Apuesta por los valores como: el refuerzo de la autoestima, la confianza en si mismo, la superación y la humildad, entre otros muchos, todo ello envuelto en una gran odisea de contratiempos en los que claramente siempre se espera que todo salga bien
Cine otoñal de mantita y palomitas con la familia, atractiva a un cierto público como el juvenil al que se ve claramente que va orientada, que la disfrutarán porque sensibiliza y se sentirán identificados en muchos aspectos, pero que a los adultos les tendrá entretenidos las dos horas.
El chico del millón de dólares no está exento de estereotipos, sobre todo cuando viajan a la India en el que el director Craig Gillespiese se ha centrado mucho en lo caótico más que en la esencia de un país, quizás eso le dé un toque más superficial a la cinta pero no le resta importancia al contenido.
Los actores hacen un trabajo aceptable, con los personajes muy cuidados que llegan al espectador, la banda sonora es digna de destacar ya que a veces dan ganas de saltar de la butaca con las ya famosas canciones del cine de Bollywood.
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