Relata unos hechos que tuvieron lugar en el año 1996, cuando una niña de 14 años llamada Hurit es secuestrada y violada por unos campesinos bárbaros, siguiendo una tradición local.
Angelina Jolie no para ni un momento su actividad cinematográfica. Este año, nos ha traído su segunda película como directora, la preciosa Unbroken, una historia de superación personal. Ahora, regresa como Productora Ejecutiva de Difret una cinta muy especial, porque la película es un claro homenaje a unas mujeres que luchan contra la violencia de los hombres en un país que, en pleno siglo XXI sigue guardando en su corazón una considerable cantidad de barbarie.
Este país es Etiopía. La historia que nos relata es real, y supuso un cambio muy importante para la sociedad. Jolie refleja aquí en cierto modo su labor en muchos países pobres, llamados ahora potencias emergentes en el lenguaje de lo políticamente correcto. Y lo ejemplifica con las protagonistas de la cinta, dos abogadas de una asociación de mujeres juristas dedicadas a la defensa de víctimas de violencia. La asociación hace una labor humanitaria por la que no cobran nada, simplemente buscando cambiar las cosas y que haya un poco de Justicia.
Difret nos relata unos hechos que tuvieron lugar en el año 1996, cuando una niña de 14 años llamada Hurit es secuestrada y violada por unos campesinos bárbaros, siguiendo una tradición local. La niña aprovecha un momento de despiste de sus captores y huye, armada con un rifle. Los criminales la persiguen, entre ellos, el violador que dice estar enamorado de ella y que quiere convertirla en su esposa. Hurit no duda un instante ante la amenaza de que la maten, y dispara, matando su enemigo. Acaba encerrada en la cárcel y acusada de asesinato, y es entonces cuando las dos abogadas intervendrán para sacarla del atolladero en el que está inmersa, un problema causado por la mentalidad medieval que aun impregna al pueblo etíope y que se refleja en una terrible corrupción estatal que abarca todas las instituciones.
Podría considerarse Difret como un documental, por como está realizado. La cámara no escatima en ningún momento en mostrarnos lo dura que es la vida en ese lugar, cómo ese país parece un mundo aparte del resto.
A nivel personal Difret me ha resultado muy impactante y creo que cumple perfectamente con su objetivo, concienciar. Angelina Jolie quiere que veamos con nuestros ojos lo afortunados que somos de poder tener comida en la nevera, un trabajo y también un cuarto de baño donde el váter tenga tapadera para poder sentarse en él. Pienso que es una cinta con pocas pretensiones en cuanto a obra cinematográfica, y desde luego no engaña al respecto.
Cualquiera que la vea será incapaz de apartar la mirada del rostro inocente de Hurit y de todas las niñas de ese país. Su caso supuso un varapalo para las costumbres y tradiciones arraigadas desde generaciones allí, y el espectador se alegra al comprobar que el secuestro de las niñas para desposarlas es un delito castigado con la cárcel, pero no olvidemos que se trata solo de un paso más para cambiar las cosas, tanto allí como en otros sitios. Difret es una película muy interesante e impactante.