No voy a establecer comparaciones acerca de esta nueva versión con las anteriores, esta es la primera vez que veo esta historia, aunque siempre había escuchado hablar de ella como uno de los musicales más importantes.
Bajo mi punto de vista, y que conste que me encanta el género musical, Annie no me termina de impactar o digamos emocionar como debería, y eso que tiene ingredientes para ello. Desconozco si será un elemento común en las versiones anteriores, pero lo que es en esta Annie 2.0 por así llamarla, el que escribe esto se ha quedado un poco frío al final. Por otra parte, hay que destacar que este producto va dirigido a un público objetivo concreto, y personalmente hace muchos años que dejé de pertenecer al mismo. De todas formas, sí que la película puede enganchar a un buen número de espectadores de dicho target.
Independientemente de esto, la cinta, como cualquier otra, tiene aspectos positivos, y aspectos negativos. No comparto ni mucho menos la visión tan negativa que se tiene de ella en EEUU, creo que hay cosas bastante peores que esta película, pero tampoco es una buena muestra del género al que pertenece.
Supongo que de algún modo todos conocerán la historia de Annie, por lo que tampoco me voy a molestar en relatarla aquí, sencillamente voy a expresar los puntos positivos que creo que tiene el film y después iré a lo negativo. ¿Cosas positivas? Pues empezando por la protagonista, Quvenzhane Wallis, que interpreta a la encantadora y avispada Annie. Esta niña se come la pantalla y le espera un gran futuro como actriz si sabe escoger bien los proyectos. Creo que si hay un Oscar a mejor actriz novel, esta jovencita debería llevárselo; seguimos por el genial Jamie Foxx, ese mítico Ray Charles, el asustadizo taxista que huía de Tom Cruise en Collateral, aquí su personaje está muy bien aunque hay un error en él: ¿Por qué ahora se hace a todos los millonarios similares a Tony Stark? Vamos, que han encontrado otro gran personaje y lo van a explotar al máximo.
Ya que estamos con esta cuestión, enlazamos ya con los aspectos negativos de la película. Y es que la relación entre Will Stack (Foxx) con su ayudante Grace (Rose Byrne), es muy parecida, o al menos intenta serlo, a la de Tony Stark con Pepper Pots. Quizás sea mucho pedir un poco de creatividad. Pero, siendo sinceros, Jamie Foxx logra dar vida a su personaje y hacerlo dinámico, casi que la cinta se hace más soportable gracias a él, especialmente cuando está con Annie. Wallis y Foxx tienen mucha química en la pantalla y eso es fenomenal.
Por otro lado, el conjunto final de la cinta logra ser demasiado infantil y eso quita cierto realismo a las situaciones. No es que haya que hacer un dramón, pero vamos que la historia de una niña abandonada por sus padres y criada en un hogar regentado por una alcohólica, en la vida real, no creo que sea muy feliz y luminoso por así decirlo. ¿Tiene momentos de ternura la película? Bastante pocos, y se nota un esfuerzo interpretativo para lograr que conectemos con los personajes, un esfuerzo que no es suficiente.
No me puedo olvidar de Cameron Díaz, que aquí hace de “mala”, de esa mujer fracasada que vive de la subvención estatal por tener en su piso a las niñas de acogida. Está nominada a los famosos Razzie como peor actriz del año. Sinceramente, creo que Cameron Díaz tiene un buen papel y además destaco que está guapísima haciendo hasta de mujer con problemas.
Mencionaba antes cosas negativas, en realidad, solo hay una cosa realmente grave en la película que es lo que me repatea los huesos, y es el no haber podido escuchar a los actores cantando en versión original. El doblaje en las canciones sobra. ¿Se imagina alguien a Meryl Streep doblada en Mamma Mía? Esto se me antoja similar a una herejía.
Para concluir, en definitiva, Annie no está mal, es mejor de lo que me esperaba pero aún así, flojea en muchos aspectos, no impacta a nivel emocional y no es un buen musical.
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