Roy Andersson después de 15 años termina su Trilogía Viva después de Canciones del 2º piso y Vosotros los vivos.
Junto a Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia conforman tres cintas donde el director reflexiona sobre la existencia humana y todo lo que le rodea, para bien y para mal. En el Festival de Venecia consiguió el León de Oro a Mejor Película.
Sam y Jonathan son dos comerciantes que con su poca gracia intentan vender artículos de broma, pero la cosa no se les da nada bien. Tienen que luchar por sobrevivir y poner la mejor de la sonrisa ante la vida y la existencia que les ha tocado vivir sin pensar demasiado en el pasado que les puede influir y mirando con positividad el futuro.
La historia de estos dos soñadores incorporará momentos de la historia de su país para mostrar todo tipo de personajes a lo largo de la existencia del ser humano.
El film es una combinación de comedia irónica surrealista con el drama del devenir de la existencia y vida humana, siempre con una mirada desde planos fijos que se clavan en el espectador.
Verte inmerso en una historia donde ni la lógica ni lo natural tiene en muchas ocasiones muchos sentido, pero sí hay reflexión sobre los problemas existencialistas, no es fácil de asumir, sobre todo si en el metraje te introducen pinceladas de historias que habrás de buscar luego para matizar o pintar tu propia versión o interpretación de lo visionado.
No es un drama al uso, la carcajada no da rienda suelta durante todo el metraje, todo lo contrario, uno sale pensativo de la sala y aunque haya esbozado alguna que otra sonrisa medita sobre lo expuesto en un guión que va girando en torno a los dos personajes y sus aventuras para sobrevivir en la jungla de la vida actual.
Un guión que no está exento de guiños y críticas a la historia del país natal del director y al mundo en general, criticando los sectores políticos, el machismo, la devastación humana y las jerarquías sociales.
Puede que la pega en sí que tenga Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia es el ritmo que a veces es muy lineal, pareciendo que no cuenta nada, cuando en realidad de fondo hay mucho.