El 9 de noviembre hemos disfrutado con Suite Armoricaine y Stubborn (Une histoire Américaine).
En la jornada del lunes 9 de noviembre del Festival de cine europeo de Sevilla tuvimos la suerte de visionar dos nuevos trabajos Suite Armoricaine de Pascale Breton y Stubborn (Une histoire Américaine) de Armel Hostiu.
Sección Oficial: SUITE ARMORICAINE
Sinopsis
La directora francesa Pascale Breton dirige su segundo largometraje ‘Suite Armoricaine’ a modo de diario. Narra la historia de Françoise (Valérie Dréville), que empieza a dar clase de Historia del Arte en la ciudad donde pasó gran parte de su vida, la cual no recuerda y, por otra parte, se encuentra el joven Ion (Kaou Langoët); estudiante de geografía, que se enamora de una compañera ciega y reniega la existencia fatal de su madre.
Análisis
‘Suite Armoricaine’ simboliza la reconciliación con el pasado de los protagonistas. Françoise necesita recuperar esos recuerdos que desea de nuevo anhelar cuando era joven y para ello, encontrará las amistades de la adolescencia que la ayudarán e Ion; que detesta su pasado, encarnado en su madre, ya que solo le trae desdicha.
La huida y la recuperación para hallar la reconciliación, es decir, la paz. Este tema que versa por encima de los amores (ruptura de matrimonio y el amor hacia una persona diferente) se estructura en cine fragmentado, ya que constantemente asistimos a flashbacks y flashforwards, embelleciendo el paisaje natural del pasado de la niñez de Françoise con su abuelo curandero (que hablaba la lengua céltica bretón) de los temores del alma humana.
Volviendo al tema central, la huida del pasado en la figura del joven Ion nos conmociona; la independencia de la persona de aquello que le causa mal le engrandece al crearse un caparazón psicológico (para él, su madre está muerte), pero al regresar, se nutre de sus miedos y no consigue enfrentarse a ellos. En cambio, la recuperación del pasado en Françoise es necesaria para reencontrarse con sus amigos, pero para recordar su motor de vida, aquello que una vez le infundió luz y que por altibajos del camino perdió. En definitiva, el arte y la geografía pueden mostrar la debilidad y fortaleza del ser humano.
Lo mejor.- Mostrar la sociedad actual a través del arte, sin atender a las tecnologías pasajeras.
Lo menos mejor.- La duración algo excesiva.
Sección Las Nuevas Olas: STUBBORN (UNE HISTOIRE AMÉRICAINE)
Sinopsis
Armel Hostiu (Rennes, Francia, 1976) dirige ‘Stubborn (Une Histoire Américaine)’, cuyo guion pertenece al actor Vincent Macaigne. Narra la historia de Vincent, un hombre que se marcha a Nueva York para recuperar a su novia. El problema es que ella no desea volver con él, lo que le llevará a vivir aventuras típicas de la ciudad de los grande rascacielos, hasta que se da cuenta que nunca más recuperará el amor de su vida y todo empieza a cambiar. En el film aparece como director de fotografía Mauro Herce, director de la película estrenada en el SEFF 2015, ‘Dead Slow Ahead’ (que reseñamos con anterioridad).
Análisis
La coproducción francesa-estadounidense refleja como en muchas otras producciones una historia de amor desdicha. Chico que busca chica, lejos de su hogar, pero no es correspondido. De nuevo vemos en el SEFF de este 2015 al actor Vincent Macaigne interpretando un papel similar al de ‘Two Friends’ (Louis Garrel), pero cuya cordura es de estado real, ya que tras intentar sin éxito obtener el amor de su exnovia, se detiene en el tiempo y en espacio. Durante la primera mitad del largometraje vemos bajo un prisma de cine europeo, unos hechos agradables y fortuitos de otras películas: los paseos descubriendo la ciudad de Nueva York de conversaciones superfluas, pero bien manejadas (el cine de Woody Allen) o la escena del robo de apuesta en el hipódromo con gafas amarillas (similar a la escena de máscaras de ‘Desayuno con Diamantes’ de Blake Edwards), cuya intención es visualizar el Nueva York del que todos alguna vez hemos soñado.
Pero en la segunda mitad, todo se oscurece. La ciudad de la alegría no es así para el protagonista; trabaja limpiando pescado sin cuidarse física y psicológicamente, ya que sigue viendo a distancia a su exnovia, la cual ha rehecho su vida. El espacio no es atractivo para nosotros como espectadores y la figura de Vincent es la del payaso que hace reír, pero en el fondo está triste. Su salvación es seguir soñando, si los rascacielos se lo permiten.
Lo mejor.- El primer plano y reflejar Nueva York bajo otros prismas.
Lo menos mejor.- El poco aprovechamiento de la segunda parte del film.