Crítica de Juana a los 12
Dará mucho que hablar y seguramente los psicoanalistas dirían mucho al respecto con la temática de fondo, sorprende que además este film provenga de Argentina…
El director refleja en todo momento la necesidad que hay en esa edad con respecto a la tolerancia y la libertad de elección.
Bien es verdad que podemos haber visto muchas películas sobre los cambios de la infancia a la adolescencia, de la metamorfosis de los jóvenes, pero pasarlo por el filtro de la incomprensión y juzgar por pantalla a todo lo que le rodea no es tan común, aquí en Juana a los 12, Martin Shanly ha jugado con el hándicap de conocer de primera mano la historia y desde fuera y otra perspectiva ser más objetivo.
Juana tiene 12 años y estudia en un instituto inglés privado de su ciudad de Buenos Aires. Sus profesores están preocupados por su bajo rendimiento en sus clases y así se lo hacen saber a su madre, quien busca ayuda fuera de las aulas. Juana mientras tanto intenta hacerse un hueco en la vida, buscando su lugar y sus amistades sin saber muy bien las formas, ni medir muy bien los tiempos de reacción ante las situaciones, controlar sus impulsos es difícil en esa edad de transición donde ya no se encuentra en la infancia, pero tampoco se reconoce como una adolescente.
En Juana a los 12 la cámara en un observador en todo momento, donde los pequeños detalles nos darán grandes mensajes al final en un gran conjunto de análisis. Una búsqueda de la identidad propia en una edad insegura donde los referentes son un puntal fundamental y aquí son a los que la protagonista en todo momento está poniendo en evidencia, no solo a ella si no a su entorno.
El director refleja en todo momento la necesidad que hay en esa edad con respecto a la tolerancia y la libertad de elección sin presiones pero también al mismo tiempo buscando unos referentes que si se encuentran ausentes marcarán mucho las vivencias y los actos.
Juana a los 12 dará mucho que hablar y seguramente los psicoanalistas dirían mucho al respecto con la temática de fondo, sorprende que además este film provenga de Argentina donde el psicoanálisis se utiliza mucho, y puede que el director lo haya consultado para realizar el guion.
Lo que para una edad puede parecer un juego, como puede parecer aquí para la protagonista, para el resto puede ser irritante, los cambios y llamadas de atención a los terceros son contradictorios y nunca son bien recibidos por todos, por ello el director creía que lo que veía en su hermana, que era un desconcierto absoluto, propio de un ritual de cambio, merecía ser llevado a la gran pantalla, y así lo ha hecho en su primera película.
Ser consciente o no de lo que se está haciendo aquí no es lo importante, al menos para la protagonista, no es juzgar, es valorar el fondo sus pensamientos, de sus anhelos y de su búsqueda, ella necesita ser comprendida y lo pide a su manera, aunque las formas no sean las mejores, pura rebeldía es su manifestación constante sin medir los actos ni los daños.
Juana a los 12 está realizada por actores no profesionales, incluso de los protagonistas reales de la historia, y puede que eso en escena por momentos se pueda notar, pero realmente no es lo importante, lo esencial se trasmite en pantalla, la necesidad de ser comprendido por la sociedad y sobre por los que le rodean, y sobre todo por el sistema educativo y entorno familiar sin imponer unos cánones preestablecidos de antemano, no todo el mundo es igual.
También es interesante el significado del nombre Juana (es la forma femenina de Juan), nombre bíblico con raíz hebrea que significa «Dios es misericordioso o Dios ha perdonado».
Probablemente el personaje histórico más importante con este nombre sea Santa Juana de Arco, patrona de Francia, también conocida como la Doncella de Orléans. Santa guerrera que liberó la ciudad de Orléans durante la guerra de los Cien Años con Inglaterra. Murió en la hoguera acusada de brujería.
Tampoco podemos olvidar a Doña Juana I, hija de los Reyes Católicos, conocida popularmente como «Juana la Loca» tras la muerte de su esposo, Felipe I «el Hermoso».
El dato de los 12 en su edad tampoco es casual, ya que el número 12 tiene una amplia simbología: 12 es la medición del tiempo en horas de reloj, 12 son los meses de un año, 12 son los pares craneales del cuerpo humano, 12 eran los Dioses del Olimpo, Según la Biblia, Jacob tuvo doce hijos, y en este mismo libro se menciona que hubo doce tribus de Israel y doce apóstoles. Es un número perfecto, la suma de sus factores propios: 1, 2, 3 y 6 es igual a 12. Eran 12 apóstoles. Es uno de los principales números utilizados en la historia de la humanidad. Su popularidad se debe a que en un año la Luna gira unas doce veces alrededor de la Tierra, hecho que ya observaron y conocieron los pueblos primitivos, en la sincronía entre el año solar y los ciclos lunares.1 De ahí que los antiguos astrónomos establecieran más adelante los doce signos del Zodíaco, y que todavía hoy siga siendo habitual comprar productos por docenas.
Juana desconcierta todo el tiempo y eso genera el cuestionamiento del sistema educativo y del entorno social y familiar.
Qué es lo normal? Por qué nadie puede entender que este personaje es un chivo expiatorio o un representante de una cultura que etiqueta cuando no se sabe qué reacción tener ante alguien que sale de lo común y moviliza a tal punto de generar un temor en el otro, que no soporta la diferencia.
Soy psicoanalista.