En resumen, la edición de este año queda como una de las más flojas de los últimos tiempos. Esperemos que en 2017 la cosecha Syfy mejore.
La última jornada de la XIII Muestra Syfy de Cine Fantástico tuvo una clara protagonista:
High-Rise
Presentada con polémica en los festivales de Toronto, San Sebastián y Sitges, el largometraje de Ben Wheatley, responsable de títulos de culto como Kill List y Turistas, adapta una novela de J. G. Ballard sobre un edificio que representa la sociedad. Con una estética fría que recuerda a la del gran Stanley Kubrick y un look setentero, el filme nos cuenta cómo se van pudriendo las relaciones entre las diversas clases que viven en un bloque de pisos donde las partes más altas están ocupadas por los pudientes y las más bajas están habitadas por los humildes. El realizador inglés sigue los pasos de un psicólogo que se convertirá en el particular nexo entre los diferentes estratos y mantendrá una especial relación con el creador de esta particular comunidad, al que da vida con su habitual clase Jeremy Irons.
Wheatley controla su película en una primera parte, pero parece que cae en la misma anarquía que los moradores del edificio en una segunda mitad. Es cierto que es una cinta curiosa, pero su particular apuesta por el exceso provocará adhesiones y rechazos viscerales. No obstante, nos encontramos ante una película que hay que ver, aunque sea por su fascinante envoltorio visual y el excelente trabajo de Tom Hiddleston.
Absolutamente Todo
Más ligera resultó Absolutamente todo, nuevo trabajo de Terry Jones acerca de un maestro británico que recibe unos poderes ilimitados de un grupo de extraterrestres que tienen que decidir, dependiendo de su comportamiento, si deciden destruir o no La Tierra.
El filme quedará como la reunión de los míticos integrantes de Monty Python, aunque sea un tanto virtual: solamente prestan sus voces a los alienígenas. El resto es poco más que una comedia en la línea de Como Dios, donde el siempre simpático Simon Pegg se limita a hacer lo que se le viene en gana con su poder. No es una cinta de humor especialmente elegante o inteligente, pero provocará más de una sonrisa y alguna carcajada. Lo peor quizá sea la trama romántica que relaciona al cómico británico con una periodista, que encarna una sosa Kate Beckinsale.
Jeruzalem
Intrascendente también fue Jeruzalem, largometraje de terror found footage acerca de dos jóvenes norteamericanas que viajan a la ciudad santa de vacaciones. Allí se enfrentarán a una mezcla de diablos y zombis que tiene sus raíces en la propia Biblia. Lo más novedoso es la utilización de una suerte de Google Glass que graba todo lo que le ocurre a una de las chicas. Sin desagradar demasiado, el trabajo de Doron y Yoav Paz recuerda demasiado a las dos primeras partes de REC, aunque contenga un humor bastante menos socarrón.
En resumen, la XIII Muestra Syfy de Cine Fantástico quedará como una de las ediciones más flojas de los últimos años. Esperemos que el próximo año la cosecha sea mejor.