Aparatosa cinta de acción y fantasía basada en un videojuego que tiene en el confuso guion su particular talón de Aquiles.
Las adaptaciones a la gran pantalla de videojuegos suelen dejar un mal sabor de boca tanto entre los gamers como en aquellos amantes del séptimo arte. Quizá se deba a que, aunque nos encontramos ante dos disciplinas eminentemente visuales, tienen más diferencias de las que parece a simple vista.
Mientras que las producciones para consola permiten que los participantes intervengan muy activamente en la trama, el cine, salvo raras excepciones, no da la posibilidad al espectador de interactuar con los acontecimientos que observa en pantalla.
Por esta razón, las historias ideadas originalmente para los videojuegos necesitan para su salto al cine que la trama y los protagonistas estén más o menos trabajados si quieren interesar verdaderamente al que observa la película. En caso de no hacerlo, los largometrajes resultantes pueden ser poco más que espectaculares demos que se preocupan por la acción y los elementos meramente visuales, pero descuidan la narración.
Crítica de «Assassin’s Creed»
«Assassin’s Creed», versión cinematográfica de la franquicia de videojuegos creada por la compañía Ubisoft, pretende alejarse un tanto de la superficialidad de este tipo de películas al apostar por una cierta trascendencia que suele estar ausente de gran parte de estos productos.
La cinta sigue los pasos de Lynch, un criminal que será rescatado de la muerte para que, con la ayuda de una avanzada máquina, pueda recuperar los recuerdos de Aguilar, un antepasado que perteneció a un grupo de peculiares asesinos que vivió en la España de finales del siglo XV, y descubrir así dónde se encuentra escondida la manzana del edén, un misterioso objeto que tiene las claves de la sabiduría y el libre albedrio. Lo hará con ayuda de una científica que quiere hacerse con el poderoso objeto para erradicar la violencia.
El filme, que se desarrolla entre el presente y 1492 con alguna breve visita a los años ochenta, no mezcla demasiado bien la vertiente más dialéctica, la que tiene lugar en un particular búnker en la actualidad, y aquella otra que se desarrolla en el pasado, donde predominan las luchas coreografiadas de manera espectacular.
Curiosamente, a pesar de encontrarnos ante un producto de entretenimiento y evasión, los parlamentos falsamente profundos acaban ganando terreno a los elementos más aventureros. Por otra parte, el guion no acaba de aclarar bien la naturaleza de las relaciones entre los distintos personajes y tampoco consigue describir de forma precisa el carácter de algunos de sus protagonistas
El resultado es una película aparatosa, que abusa en exceso de las imágenes generadas con ordenador y de una banda sonora insertada de la manera más efectista posible.
Tampoco sus actores logran interpretaciones memorables, a causa en gran parte de unos roles repletos de tópicos y mal perfilados Ni Michael Fassbender ni Marion Cotillard entregan sus mejores trabajos, mientras que el director Justin Kurzel, autor de la versión de «Macbeth» que protagonizaran los dos intérpretes, parece más atento en otorgar un cierto tono oscuro a sus imágenes y coreografiar las luchas y batallas que en contar una buena historia.
Los que busquen en «Assassin’s Creed» un filme de aventuras puede que echen el falta que no haya más espacio para las peripecias de Aguilar en la Sevilla renacentista, mientras que aquellos que quieran ver un producto serio solamente encontrarán una sucesión de frases e ideas de supuesta trascendencia que no consiguen dotar de profundidad a un espectáculo vistoso y demasiado hueco.
Crítica de Julio Vallejo Herán.
No hay comentarios
Pingback: Bitacoras.com