Puntuación:
El guion obvia muchas partes de la historia biográfica, pero no por ello quiere decir que esté desenfocado o distorsionado, si no que se ha centrado en el fondo de María, de la protagonista...
Coincidiendo casi con la época de la Semana Santa, llega a nuestras carteleras Maria Magdalena, algo que pudiéramos pensar que ya está contado pero que Garth Davis ha retratado desde otro prisma mucho más actual.
El que fuera el director Lion, película también basada en hechos reales, aquí acierta mucho más en su forma narrativa y contextual, sin dobleces ni utilizar tanto lo sentimental, pero si plasmando lo emocional en guion que está de la mano de Helen Edmundson y Philippa Goslett.
María Magdalena es una joven que destaca en su entorno, se rebela ante los cánones de su época y estar sometida al patriarcado, quiere sentir y vivir a su manera. Desafía a su familia no queriéndose dejar imponer un matrimonio que no desea, y decide seguir sus convicciones, en su caso acompañar en su recorrido a Jesús de Nazareth. El amor en todas sus vertientes se irán revelando poco a poco en su camino a Jerusalén.
Es una versión que está dentro del contexto actual de la reivindicación del papel de la mujer en la historia. Una mirada humana y con tonalidad clásica en imágenes. Otra particularidad que posee el film es el hecho de tener la sensación que si no hubiera diálogos lo hubiéramos entendido igual.
Hay una gran conexión entre ambos actores y eso se traslada al hecho de empatizar con el espectador, con la cámara y con el guion en sí. Rooney Mara y Joaquin Phoenix potencian la sencillez en sus actuaciones y finalmente desembocan en relatar sin mayor esfuerzo una historia ya contada, pero desde un plano lleno de contemporaneidad y vigencia.
La fotografía es un arma poderosa en Maria Magdalena, dotando al film de un gran aire clásico, de la época, con ambientaciones e imágenes que nos devuelven a la historia que narra con naturalidad y que es algo que se agradece.
El guion obvia muchas partes de la historia biográfica, pero no por ello quiere decir que esté desenfocado o distorsionado, si no que se ha centrado en el fondo de María, de la protagonista, mucho más allá de los acontecimientos que surgieron alrededor de la historia de Jesús en sus últimos días.
Una historia de reivindicación, de lucha por unos ideales, por una independencia personal así como emocional, todo se trasmite en el rostro y semblante de la protagonista, mucho más que en los diálogos, que aunque importantes no son lo fundamental.