Este año se celebran los 20 años del Festival de Cine Alemán, que está teniendo lugar en el Palacio de la Prensa de Madrid. Su inauguración tuvo lugar con la cinta En Tránsito de Christian Petzold distribuida por Golem, y que el pasado viernes 15 se estrenó en carteleras.
- En Tránsito de Christian Petzold
El director alemán, ya un asiduo de nuestras carteleras vuelve en esta ocasión con la adaptación de la novela homónina de Anna Seghers, eso sí llevándola a un terreno más actual, pero con el fondo de la misma.
Traslada la historia visualmente a la época contemporánea pero sin dejar de lado el contexto principal de cada uno de los personajes que se reflejan. En cierta manera es una historia distópica, de pasado en presente pero sin utilizar ningún flashback en el metraje.
Georg es un joven alemán que huyendo de su país por los avatares de la invasión nazi huye a Francia, pero no con su identidad si no que adquiere el nombre de un escritor muerto para poder obtener un visado como salvaguardia y salida hacia México. En esa su lucha de huida del pasado en Marsella conoce a una mujer con la que cual se cruza en distintas ocasiones por la ciudad, ella busca a su amor perdido, y Georg se enamora perdidamente de ella, viéndose en una encrucijada entre la verdad y su futuro.
Una cinta que no posee los tonos visuales clásicos a los que el director Christian Petzold nos tenía acostumbrados últimamente, pero contiene el poso emocional de las luchas de las injusticias, de la búsqueda de la personalidad fuera de cada frontera buscando quitar los límites limítrofes terrestres al mismo tiempo que sentimentales. Una historia de amor, pero en distintas vertientes, al prójimo a la integridad y sobre todo al respeto de las ideas y los sentimientos.
- El Jardín de Sonja Marie Kröner
Otra de las apuestas del festival de cine alemán es El Jardín de Sonja Marie Kröner, un drama con algún que otro punto de humor que nos trasladará a buscar en cada rincón de uno mismo, pues después del visionado uno tenderá a pensar en los puntos débiles y fuertes que cada familia tiene.
Después de la muerte de la abuela de familia, todos los componentes se reúnen en el jardín propiedad de la misma, para la celebración del cumpleaños de la más pequeña. Ahí donde el acontecimiento tendría que ser una justificación para el disfrute todo se verá salpicado por la realidad externa y por los resquemores que los adultos trasladan a los más pequeños.
Una película intimista, sencilla, con un tono irónico que destaca la verdad de cada personaje, imponiéndolo con el sonido ambiente sin nada de florituras ni música de fondo. Una narración pausada que nos va introduciendo en el devenir de los acontecimientos, a veces dramáticos, a veces con sorna, pero todo con un fondo nada diferencial de las miserias que se conllevan con la vida misma, la familia y las envidias.
Visionado en cines de la versión de Nosferatu de Werner Herzog
Uno de los platos fuertes de este año del Festival de cine alemán es poder visionar en pantalla grande la versión que Werner Herzog realizó en 1978 de Nosferatu de la novela de terror, Drácula, de Bram Stoker y que Fiedrich Witthelm Murnau llevó a la gran pantalla en 1922, en versión cine mudo.
El director alemán ha respetado mucho la versión original haciendo que rememoremos el clásico en todo su espectro visual, introduciendo imágenes que parten de la ensoñación de los protagonistas en planos exteriores y donde la luminosidad, ahí en esos planos, es lo que se impone para dar rienda suelta a la imaginación.
La película estaba llevada con gran pulcritud en cuanto a sonido atmosférico para introducirnos en una trama de intriga y de terror pero sin ser exagerada ni ostentosa, meramente nos lleva por la historia dibujando a los personajes y a los entresijos de los mismos con sencillez y con unos diálogos sencillos.