Solemos decir que una imagen vale más que mil palabras, y cuanta razón lleva la frase en sí. Para muestra este botón: El libro de imágenes del director suizo Jean-Luc Godard, lo ha llevado a la perfección e incluso al extremo en su último trabajo, con muchas imágenes y pocas palabras, y las más contundentes con la voz en off dibujando un panorama actual social cargada de realidad.
Son solo 85 minutos -poco minutos para lo que se acostumbra últimamente en el cine- manteniendo la atención del espectador para intentar completar un puzle que Godard crea con esa acumulación de imágenes de películas o de situaciones actuales, de fotografías que ambientan una actualidad política y social que no deja indiferente.
Como género cinematográfico lo denominan videoensayo, y no cabe duda que así es. Si uno pretende salir con una conclusión final, o que el director haya querido marcar un guion de con inicio y final, no daremos con la clave exacta, pero si por el contrario, nos dejamos llevar, meditar después de salir, y quedarnos con algo que nos influya o nos llame la atención, posiblemente El libro de imágenes habrá calado en nuestra retina.
La película está estructurada en cinco capítulos, donde quiere recrear la evolución del mundo, aunque no sea cronológico, el declive de la civilización, donde la ficción supera a la realidad en tiempo y forma. Un ensayo por parte del director buscando una línea experimental queriendo llevar a los extremos la reflexión del mundo de hoy en día, sin faltarle ni un ápice de razón en sus palabras finales, nada prometedoras pero puede que si previsoras en un futuro no muy lejano.
Por momentos incluso uno puedo pensar que es una obra sin terminar, sin tener un proceso de montaje, pero esos tomas de fondo negro, que incitan a pensar que la cinta se acabó, que la proyección se ha interrumpido de forma abrupta, no es algo más que una parada para captar la atención del espectador ante las imágenes que han sido predecesoras.
Una locución y música por momentos angustiante, pero que va en concordancia con la temática y esa cavilación que Godard quiere realizar sobre la sociedad mundial actual, sobre las barbaries, sobre las políticas extremas y la falta de humanidad de los días, siendo todo cada vez más aberrante, en lugar de dar lugar a los avances y la tolerancia. De hecho hay secuencias que la voz desaparece, para que la imagen cobre más relevancia, y hay momento que el sonido está pero no hay imagen, como si fuera mejor no ver lo que está sucediendo, o oír el lenguaje original, pero no la traducción.
Todo esto es parte de mi propia interpretación, de mi propia vivencia durante el visionado y que evolucionará con el paso de los días, y que posiblemente tenga tantas deducciones como personas, y que el director ha dejado ahí su pensamiento, lo que le iba surgiendo, por medio de secuencias que le han marcado y que le incitaban a pensar, y ha dejado el testigo al espectador de una manera sutil y arriesgada al mismo tiempo.
El última día de Muces, tuvo muchas más proyecciones y como la Muestra de Cine Europeo ciudad de Segovia abarca mucho más, también hubo espacio para películas como Jefe, en esta ocasión en blanco y negro de Sergio Barrejón con las actuaciones de Luis Callejo y de Juana Acosta.
Lo que pudiera pasar de ser una comedia ligera e incluso gamberra con las primeras tomas y con el tono de voz de Luis Callejo, encarnando a un jefe que es todo menos bondadoso con sus empleados, incluso pareciendo un tirano, se convierte en una reflexión sobre la necesidad de ser escuchado para conocerse incluso a uno mismo.
César es el jefe de una gran empresa, pero de repente ve como todo se va a pique y no sabe como ha llegado a ello, una noche verá a la limpiadora de la limpieza bailar en su despacho y desde entonces mantendrán charlas más allá del trabajo que ayudarán a ambos.
La otra propuesta comedia romántica es Sobre ruedas que viene de la mano de Franck Dubosc, con Alexandra Lamy y Elsa Zylberstein de protagonistas junto al propio director, con una comedia ligera, que aunque con su previsibilidad hace pensar en la fortaleza y carisma de muchas personas con diversidad funcional y la necesidad del humor ante qué circunstancias.
Jocelyn es un gran hombre de negocios, pero tiene un defecto, está constantemente mintiendo para conquistar a las mujer. Se hará pasar por parapléjico para ligar con una cuidadora. su plan no saldrá como esperaba ahora será él quien caerá en las redes de una mujer.
Una película previsible, pero con un buen ritmo y cumple el cometido de entretener, sacando también a la palestra la necesidad de la visibilidad de personas con una discapacidad como alguien que necesita sentir, vivir y para nada querer la autocompasión del contrario. Normalizar una situación desde el respeto y la tolerancia, viendo que a veces las limitaciones las ponemos las propias personas, desde la intolerancia y el rechazo
Como se puede apreciar, Muces acaba la muestra con una palabra clave en su catálogo de películas exhibidas: VARIEDAD. La diversidad de temáticas, géneros y paises hace a la muestra atrayente y con la cualidad de poder elegir qué poder disfrutar dependiendo de las ganas del día, pero siempre con un lema claro, cine con calidad y con otras actividades que dan más empaque cultural al evento.