Puntuación:
Buena película deportiva sobre la creación de las zapatillas Air Jordan que se beneficia de un guion inteligente y unas estupendas interpretaciones.
Quizá el gran problema de toda película deportiva sea interesar más allá de la disciplina que aborda. Air lo sortea centrándonos en la historia humana de sus protagonistas y abordando de manera muy hábil las reglas de un sistema capitalista donde hay que hacerse valer por la cantidad de dinero que cobras.
Matthew Maher, Matt Damon y Jason Bateman en Air. Cortesía de Amazon Studios
El filme, dirigido por Ben Affleck con un guion de Alex Convery, nos sumerge en la particular odisea de un grupo de empleados de la compañía Nike que tuvieron que convencer al jugador de baloncesto Michael Jordan para que pusiera su apellido a unas zapatillas. El resultado fue uno de los negocios más lucrativos de la historia.
A diferencia de la mayoría de las películas, no interesa el resultado, conocido por gran parte del público, sino el proceso de esta particular hazaña. La película se centra en el trabajo de unos hombres a punto de ser despedidos que logran salir del hoyo gracias a su confianza en sí mismos y su trabajo en equipo.
Ben Affleck en Air. Cortesía de Amazon Studios
Dos elementos estos que son los ingredientes principales del llamado sueño americano, pero que aquí asume un especial cariz porque nos encontramos ante unos individuos de mediana edad que no pasan precisamente por su mejor momento y podrían ser considerados como unos perdedores. Por otra parte, la cinta pone de manifiesto que la única manera de conseguir el respeto en el sistema capitalista es pedir el mayor dinero posible, especialmente si perteneces a una minoría como la afroamericana de la que formaba parte Michael Jordan.
Ben Affleck dirige sin aspavientos ni florituras un buen guion atento a perfilar a sus personajes de la mejor manera y ofrecer unos diálogos inteligentes y con una pizca de ironía. Por otra parte, saca provecho de su excelente reparto, donde destaca un estupendo Matt Damon, en la piel del principal impulsor de la idea de convertir a la estrella de la NBA en la imagen de Nike, y una impresionante Viola Davis, que imprime fuerza a la madre de Jordan, la persona que asumió la parte de león en las negociaciones para que su hijo prestara su imagen a unas deportivas.
Viola Davis en Air. Cortesía de Amazon Studios
En definitiva, Air pone de manifiesto que Hollywood todavía puede manufacturar productos adultos y comerciales que no produzcan vergüenza ajena.