Tom McCarthy se sumerge de nuevo en las profundidades y matices de las relaciones humanas en su nueva película sobre las lealtades y vínculos que pueden establecerse entre los más inverosímiles personajes. El desencantado abogado Mike Flaherty (Paul Giamatti), que en su tiempo libre es entrenador de un equipo escolar de lucha libre, descubre a una promesa de este deporte al tiempo que se involucra en un cuestionable negocio para poder mantener a su familia.
Precisamente cuando parece que va a conseguir duplicar sus honorarios, aparece la madre del chico, recién salida de rehabilitación y completamente arruinada, amenazando con frustrarlo todo. El magistral talento de McCarthy para conciliar drama y comedia, corazones destrozados y conmovedora humanidad, se pone en acción en la película ‘Win win, ganamos todos’.
La película de Tom McCarthy trata sobre un hombre normal y corriente que lucha por sobrevivir y mantenerse en estos duros momentos de crisis económica. Tal y como se aprecia en la interpretación del actor nominado al Oscar Paul Giamatti, Mike Flaherty es un padre de familia que vive en la típica urbanización de las afueras, pero que sobre todo desea conseguir el triunfo como entrenador de lucha libre, ser un ganador ante los ojos de su esposa e hijas, así como un amigo mejor. Mike tiene la oportunidad de ser todo eso cuando adopta una cuestionable decisión que cambia su vida de una forma absolutamente inesperada, que le lleva no sólo a conseguir un increíble éxito deportivo gracias a un joven prodigio de la lucha libre, sino también a desengañarse, enfrentarse a la dolorosa verdad y emprender un sorprendente camino de redención.
Mike Flaherty tenía un sencillo plan de vida, pero, en momentos así, no parece que vaya a poderlo llevar a cabo. Es un tipo decente, divertido, trabajador, que simplemente toma una mala decisión y la verdad es que si hubiera pensado las cosas mejor cosas, probablemente no habría hecho lo que hizo.
Lo que me interesaba era el hecho de que a veces las buenas personas toman decisiones realmente equivocadas y al final tienen que encontrar la forma de vivir con ello. Eso se constituyó como inexcusable línea trasversal de la historia. Lo que en un principio era una típica comedia en torno al deporte se convirtió en una comedia sobre el género humano.