Hace unos días tuvimos la suerte de asistir invitados por nuestros colegas de Sensacine, a un excepcional pase de ‘The Artist’, una verdadera delicia de película que deja posos de obra maestra, que puede convertirse por méritos propios en la próxima ganadora del Óscar y de la que os hablaremos en este mismo artículo.
Pero antes quiero dar las gracias a los anfitriones, a Israel genial cómo siempre, a ‘El jefe’ Pascal, a Alejandro, a todos ellos, junto al resto del equipo de Sensacine, por su genial comportamiento, por su generosidad sin límites, tanto en el trato como a la hora de invitarnos a cenar, y por supuesto por deleitarnos con una noche muy amena junto a gente de cine con la que nos sentimos muy a gusto, desde Cineralia un abrazo a todos, nos vemos en la próxima.
Además no quiero dejar pasar la ocasión de divulgar que fuimos los ganadores del trivial de cine, el grupo compuesto por Laura (¡¡como no!!, vaya talismán) y su esposo Ramón, Raquel y su esposo (unos cracks de las series de TV), Inés y yo mismo, derrotamos a todos los grupos rivales y nos llevamos los mejores regalos, algo que además de aumentar mi ego personal supuso la guinda a un noche muy agradable, ¡¡Viva Christopher Walken!!.
De la película que os puedo decir, que estamos ante una joya del cine, una maravilla del séptimo arte capaz de empequeñecer a todos sus rivales de aquí a la gran gala de los Óscar, un ejercicio de orfebrería entretenidísimo y una demostración más, de que el cine es simple y llanamente maravilloso.
Estamos en Hollywood 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero, con la llegada del cine sonoro, quedará sepultado en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller verá impulsada su carrera a lo más alto, al firmamento de las estrellas. Sus destinos se verán entrelazados en un romance inolvidable, en un viaje a lo más profundo del corazón, dónde el cine tiene sus raices.
Michel Hazanavicius sorprende a medio mundo con esta obra de cine mudo y en blanco y negro a la altura de los mejores maestros, un director con un curriculum cuanto menos discutible que, con un guión propio, compone una película sin defectos, una mezcla de lo mejor de cada género en una composición muy entretenida y seductora. Un envolvente homenaje a los inicios del cine, una propuesta irrestible que contiene algo de lo que otras carecen, una gran historia que contar.
Si el director sorprende y el guión seduce, que decir de su reparto, soberbio, magnífico, sublime, tanto Jean Dujardin, cómo Bérénice Bejo e incluso James Cromwell, John Goodman, Penelope Ann Miller, todos excepcionales y sin fisuras, hasta el secundario canino deja su impronta interpretativa.
Pocos defectos y muchas virtudes las de esta maravilla cinematográfica. Sin olvidarnos, por supuesto, de las labores de vestuario y la ambientación. La música, los efectos sonoros, todo encaja en un conjunto que te arrastra a un viaje placentero a los inicios del séptimo arte del que no quisieramos volver.
Suenan aplausos, todavía no se me ha borrado la sonrisa.
Nota: 8,3
Pero que bien lo pasamos..!! 😉
La gente se va a dar de leches por tener a Laura en su equipo… enhorabuena crack.. a ver si Dani y Angus se digna en informarme