«Llévame a la Luna», traducción al castellano que me parece ñoña y desacertada del título original «Un plan parfait», del director Pascal Chaumeil, narra la historia de una mujer Isabelle Lefebvre muy enamorada de su prometido y apunto de casarse pero se da cuenta que en su familia todas las mujeres nunca han sido felices con su primer matrimonio, es en el segundo donde han encontrado el amor, es por ello que decide casarse con alguien al azar y así poder divorciarse cuanto antes para poder casarse con el hombre de su vida. Ese hombre Jean-Yves Berthier que se cruza al azar es un reportero turístico con el vivirá historias rocambolescas y disparatadas.
Los franceses nos tienen acostumbrados a este tipo de comedias que encajan bastante bien con el público español, siempre queremos ver que gane el humilde, el oprimido, el de la escala social más baja.
«Llévame a la luna» ni tiene un sugerente título ni el cartel de presentación es el más atrayente, tiene más bien pinta de comedia americana que por cierto cada vez les cuesta más hacernos vibrar, con lo cual estaba un poco en alerta previendo de que igual la tenía que quitar a mitad de película, aún así el cuerpo me pedía no pensar en nada y dejarme llevar, me limité a verla como mero pasatiempo de una tarde de verano, por descansar de dramas. Y cual es mi sorpresa que me acaba enganchado y llega a emocionarme un poquito.
La temática es la misma que los vecinos galos nos tienen habituados, el jardinero y el pintor afamado como en Conversaciones con mi jardinero, la portera de una comunidad y el japonés y la niña superdotada que se dan cuenta que la mujer que cuida su escalera es especial como en «Erizo», la ama de casa y el escritor de renombre como «Odett: una comedia sobre la felicidad», el chico barriobajero con el parapléjico millonario de «Intocable» (en este caso es entendible por que son los mismos productores) por no hablar de la chica guapa y el compañero de trabajo feo en «La Delicadeza», pues esta es otra más entre esa jungla de comedias que a mi particularmente me encantan, por que saben dar en esa fibra, a lo mejor es porque todos soñamos alguna vez que nos traten diferente y nos hagan sentir especiales o se nos cumplan los sueños, el amor es muy socorrido por que a todos nos toca de alguna manera y los franceses son profesionales en este género.
«Llévame a la luna» pudiera ser un cuento vanguardista de la bella y la bestia, es una película de verano, fresquita que te hace viajar por distintos países, es una película luminosa, sutil, entretenida para pasar un rato muy agradable, es un trabajo con chispa y vitalidad, es tierna y con cierta moralina, donde los personajes Diane Kruger y Dany Boon tienen una buena química en pantalla, la magia entre ellos se trasmite, haciéndoles muy creíbles.
Acta para ver con la familia.
Una Crítica de cine de Antonio Arenas.
No hay comentarios
Pingback: Bitacoras.com