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Riddick. Jordi Mollà sobresale en este refrito de “Pitch Black”

Se estrena en las salas de cine el próximo viernes 6 de septiembre «Riddick», la última película del director y guionista David Twohy.

En «Riddick», Twohy repite como director y guionista, como ya hiciera en las dos anteriores entregas de esta trilogía. Para la ocasión, vuelve a contar con el alma de la franquicia, un Vin Diesel que vuelve a encarnar uno de sus personajes más queridos e icónicos.

Desde que debutara para el gran público de la mano de Steven Spielberg en “Salvar al soldado Ryan” en 1998, Vin Diesel ha conseguido inmortalizar su nombre en la historia del cine con tres personajes que por sí mismos garantizan una película y que acuda el público a verla. Dichos personajes son Dominic Toretto en la saga “Fast & Furious”, Xander Cage en “XXX” y Riddick en “Pitch black” y su secuela, “Las crónicas de Riddick”.

Crítica de "Riddick".

Nueve años después de esta última, vuelve a encarnar al furyano más famoso y buscado en una tercera parte más íntima, pequeña y que intenta volver a sus orígenes; alejándose, de esta forma, de las espectacularidad visual y la epopeya estelar en que se convirtió la injustamente maltratada “Las crónicas de Riddick”. Esta última, puede que no pase a la historia como una gran película, pero ofrecía el suficiente entretenimiento y distanciamiento respecto a la original como para ser valorada, lo cual no puede decirse lo mismo de esta nueva entrega que llega ahora a nuestras pantallas.

En esta ocasión, la historia se centra en contarnos cómo Riddick acaba siendo traicionado por los propios necróferos que le juraron lealtad, siendo abandonado en un inhóspito planeta para que muera. Pero, en vez de eso, Riddick sabrá adaptarse a este mundo donde todo en él intenta matarle, entrenándose para vengarse de aquéllos que le traicionaron y encontrar su desaparecido planeta, Furya, del que nadie conoce su paradero.

De esta forma arranca la película, teniendo en sus primeros 40 minutos toda su originalidad, mostrando todo un manual de supervivencia extrema de la mano de Riddick que haría llorar a “El último superviviente”. Pero en vez de guiarse por su buen inicio, el director decide reiterarse en lo ya reflejado en las anteriores, autocopiando lo ya mostrado en la excelente “Pitch black”.

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Así, los siguientes 40 minutos (aproximadamente un tercio del metraje), se dedica a mostrarnos cómo Riddick interactúa de forma poco amigable con los mercenarios que quieren darle caza. El único atractivo es ver cómo los mercenarios tienen miedo a la oscuridad, puesto que nuestro antihéroe ve perfectamente en ella gracias a sus ojos especiales. Dicha secuencia de intento de caza y contraataque de Riddick se asimila en exceso al arranque de su primera secuela, con idénticos resultados.

Pero el plagio ahí no acaba, sino que resulta mucho más flagrante e insultante, puesto que la última parte del film se convierte en una copia literal de “Pitch black” [SPOILER] (cambiando la oscuridad por lluvia y los aliens voladores por una suerte de escorpiones) [FIN SPOILER]. Y aquí se acaba la gracia, quedándote con la ridícula sensación de que el director y Diesel se han quedado con los atónitos espectadores que esperaban ver algo nuevo e interesante de su antihéroe furyano favorito.

A pesar de todo esto, la película acaba siendo lo suficientemente entretenida como para aguantar el insulto, regalándonos con el papel de Jordi Mollà lo mejor de la cinta. Resulta fascinante ver cómo el actor español eclipsa en pantalla a Diesel y al resto de mercenarios, marcándose alguna frase en español y aportando los mejores momentos de la cinta (aunque no se encuentra su interpretación al nivel de sobreactuación e hilaridad de la que disfrutamos en “Dos policías rebeldes II”, se le acerca).

En resumen, nos encontramos ante una cinta muy bien nombrada, puesto que el personaje de Riddick eclipsa la pantalla en la mayoría del metraje (y cuando no está, se siente su presencia). Esta secuela ofrece el mínimo entretenimiento aceptable para soportar que sea un refrito de la fantástica y angustiosa “Pitch Black”.

Lo mejor: Jordi Mollà y un lenguaje adulto y soez, coherente con el adecuado para unos mercenarios en una situación así. También que no escatima en ser explícita en sus mejores secuencias.

Lo peor: Que peca de no querer innovar, no quiere alejarse de lo conocido, manteniéndose en la “orilla” con miedo a mostrar algo novedoso, reflejando sólo aspectos ya vistos en las anteriores entregas, pero sólo con un nuevo “disfraz”.

Nota: 5

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Una Crítica de cine de Eduardo Quintana.

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2 comentarios

  1. Me parece increíble que digas que lo mejor de la cinta es el papel de Jordi Mollá, y que te vayas ya al punto de afirmar que eclipsa a Vin Diesel en pantalla… Es decir, apoyar a actores españoles con papelillos en Hollywood, okay, bien, pero alabar el papel de Jordi Mollá en esta palícula, que roza el ridículo en su actuación, si no lo supera ampliamente, me parece demasiado fuera de lugar.

  2. Nada mas ver el trailer me dije que era un reboot de pithc black, pero sinceramente, las cronicas de riddick, la segunda entrega era aburrida y un coñazo, con una buena historia pero un ritmo muy lento. Sinceramente espero de Vin Diesel una buena dosis de mamporros y entretenimiento nada más, nada de filosofia. ¿Que esta es más de lo mismo? pues si, acaso fast and furious no???

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