Ya pudimos disfrutar de esta maravilla de Steve McQueen que llega a las salas de cine españolas este viernes 13 de diciembre.
12 años de esclavitud es una de las películas más esperadas de 2013.
Gracias a nuestros amigos de Sensacine por el maravilloso preestreno en Cinesa Méndez Álvaro y por la velada posterior en la mejor de las compañias. Por invitarnos a disfrutar de una gran película con aún más grandes amigos.
12 años de esclavitud está llamada a convertirse en la película del año, con permiso de Gravity de Alfonso Cuarón, por supuesto. Esta obra del director británico Steve McQueen emana autenticidad, refleja una historia del pasado con la maestría que solo tienen los grandes genios del séptimo arte, con dureza (Quizás demasiada), con pasión, con el inconfundible sello que dejan las obras maestras llamadas a formar parte de la historia del cine.
Basada en un hecho real (algo que todavía la hace más cruel) ocurrido en 1850, 12 años de esclavitud cuenta la historia de un hombre negro y libre Solomon Northup, un músico culto que vivía con su mujer y sus dos hijos en la ciudad de Nueva York. Y como, tras aceptan un trabajo y compartir una copa con dos desconocidos, es drogado y secuestrado para ser vendido como esclavo en el Sur de Estados Unidos donde la barbarie de la esclavitud vivía sus años de esplendor.
Trabajando en una plantación de Louisiana, sufriendo los abusos de seres de su misma especie capaces de las más salvajes de las agresiones, verá como, poco a poco, todos a su alrededor son arrastrados a la violencia, y lanzados hacia lo más triste, la desesperanza. Solomon correrá peligros increibles, hechos dificiles de narrar, mientras conoce todo tipo de gente en busca de ayuda y con la esperanza, un día, de recuperar la ansiada libertad, y volver a ver a su familia.
La narración, ayudada por una soberbia banda sonora, por un excelente montaje de sonido, se aleja de cualquier tipo de convencionalismo para mostrar de manera cruda la realidad de una época brutal, para desnudar al propio ser humano. Steve McQueen muestra, en 12 años de esclavitud, esa brutalidad sin atisbo de compasión, sin clemencia con el aterrado espectador que vive este hecho del pasado con verdadero pavor. Su uso de la cámara es una verdadera gozada, los planos largos y el uso del sonido obra de un director que ya sabe lo que hace, que alejado de obras tan intimistas como Hunger o Shame también es capaz de deslumbrar.
Sus protagonistas, tanto Chiwetel Ejiofor magnífico en su papel principal y serio candidato a la estatuilla, o el malvado esclavista Michael Fassbender no menos magnífico, hasta Benedict Cumberbatch, Paul Dano, Paul Giamatti, Lupita Nyong’o, Sarah Paulson y nuestro querido Brad Pitt, no hacen sino, con sus interpretaciones, más que encumbrar a una obra sin defectos llamada a ser recordada durante años.
Esta conmovedora historia nos hace recordar las injusticias y la barbarie de la esclavitud, ahora que lloramos el fallecimiento de un hombre tan grande como Nelson Mandela, preso durante años por defender un derecho que nunca nos perteneció, que no era mandato del ser humano, sea blanco o negro.
La honestida de McQueen a la hora de dirigir 12 años de esclavitud, convierten a la película en una de las dos o tres mejores películas del año, una cita imprescindible, para estas navidades, con las salas de cine, eso si, su dureza no pasará inadvertida.
Una crítica de cine de Rafael Calderón Luna. Nota: 8,2.
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