Un satélite de la NASA y un experto equipo de arqueólogos hacen el descubrimiento más grandioso de sus vidas.
Una antigua pirámide egipcia que lleva bajo tierra en el desierto más de 5.000 años es descubierta por un equipo de expertos arqueólogos, que acompañados por una documentalista, un especialista en robótica y un operador de cámara se aventuran a explorar su interior.
Ya sabemos que algunas de las antiguas maravillas del mundo han albergado maldiciones que han acabado con aquellos exploradores que se han atrevido a destapar sus secretos. Sin duda la más conocida por todos es la maldición del faraón, una cruel venganza con los aventureros que profanen las tumbas sagradas ocultas en el interior de las pirámides.
En 1699, un navío de origen polaco que transportaba dos momias fue acosado por visiones espectrales y tormentas de carácter inhumano. En 1803, los cuatro miembros de una expedición se adentraron en la pirámide de Jafra (Kefrén) y nunca más se supo de ellos. Y en 1922, la tumba del faraón Tutankamón fue abierta, sucediéndose una serie de muertes espeluznantes entre el equipo responsable de la excavación de la pirámide.
Desde entonces nadie ha profanado ninguna tumba más. Hasta la actualidad…
Un equipo de arqueólogos Estadounidenses descubren una pirámide perdida diferente a todas las encontradas en el desierto de Egipto. Pese a los miedos ancestrales abren el cerrojo y destapan los aterradores secretos que permanecen allí enterrados, pronto se dan cuenta de que además de estar atrapados allí dentro, están siendo perseguidos.