Crítica de Mejor…solteras
El germano Ditter imprime a este trabajo cierta fluidez narrativa y logra que el conjunto se vea sin esfuerzo, aunque diste de ser memorable.
Un típico producto romántico del siglo XXI que pretende diferenciarse del resto por su defensa de la soltería sin complejos.
En muchas películas, los guionistas son los verdaderos autores. Es el caso de Mejor… solteras, la cinta dirigida por el alemán Christian Ditter. Esta comedia romántica sobre aquellos que están sin pareja cuenta con dos escritores especialistas en el género en su variante más coral: Abby Kohn y Marc Silverstein, responsables de Historias de San Valentín y Qué les pasa a los hombres. A ellos se une en esta ocasión Dana Fox, colaboradora en los libretos de trabajos más gamberros como Todo incluido y Algo pasa en Las Vegas.
La adaptación del libro de Liz Tuccillo es una suma de las habilidades de estos tres especialistas en este tipo de largometrajes. Los elementos sentimentales más clásicos del género los aportan los dos primeros, mientras que el tono desenfadado en la línea de La boda de mi mejor amiga y Despedida de soltera parece ser obra de la tercera. El trío ha creado un típico producto romántico del siglo XXI que pretende diferenciarse del resto por su defensa de la soltería sin complejos.
Mejor… Solteras sigue los pasos de varias mujeres y algún hombre en el Nueva York actual. Con un esquema típico de los filmes de historias cruzadas, somos testigos de las maneras de vivir la falta de pareja fija de unos personajes que van desde una joven con sobrepeso que disfruta sin complejo de las relaciones sexuales sin ataduras hasta una mujer que decide tener un bebé cuando ya ha pasado los cuarenta. No obstante, la cinta desarrolla de manera muy desigual cada una de las tramas, centrándose especialmente en una chica que ha dejado a su novio e intenta encontrar sin éxito a un sustituto. Una eficaz Dakota Johnson inyecta sensibilidad y simpatía a una mujer que siempre ha estado emparejada y se encuentra en una situación que no sabe manejar.
Lástima que el resto de personajes de Mejor… Solteras basculen entre lo ridículo, como la gordita que lleva una vida alegremente disoluta a la que encarna una histriónica Rebel Wilson; lo meramente anecdótico –la chica que busca novio por Internet y los roles masculinos- o están insuficientemente desarrollados, como esa doctora insatisfecha, interpretada por una competente Leslie Mann, que conoce a su príncipe azul cuando ha decidido tener un hijo.
El germano Ditter, autor de la romántica Los imprevistos del amor y de las dos aventuras infantiles de Los cocodrilos, imprime a este trabajo cierta fluidez narrativa y logra que el conjunto se vea sin esfuerzo, aunque diste de ser memorable. Como en tantos otros largometrajes del género, introduce excesivas canciones pop que, en ocasiones, parecen videoclips dentro de la película. Es el caso de las imágenes que acompañan a Welcome to The Jungle, el clásico de Guns and Roses.
Por otra parte, las intenciones del filme de mostrar cómo vivir la soltería sin complejos se traicionan en parte al enseñarnos como verdaderos finales felices los de aquellos hombres y mujeres que terminan emparejándose.