Un cuento chino que no aporta nada nuevo al género y que ni siquiera enamorará a los más pequeños de la casa.
Paycom multimedia en su notable intento de traer al público español alternativas animadas alejadas de las grandes del género, ya sea Disney, Pixar, Dreamworks, nos propone El pincel mágico, otra aventura animada (Ya nos trajo hace unas semanas Albert), en esta ocasión basada en un cuento chino.
Finalmente El pincel mágico no deja de ser solo eso, un cuento chino con innumerables puntos débiles, que no innova en ninguno de sus planteamientos y que se convierte en un quiero y no puedo demasiado decepcionante como para arrancar algo positivo del mismo.
Ma Liang sueña con ser artista, aprender el arte de la pintura, mientras se dedica a hacer dibujos que en mayor o menor medida ayudan a los habitantes de su pueblo. Por suerte, un día, y por sorpresa, un misterioso anciano regala al joven un pincel mágico, con propiedades increíbles, que todo lo que se pinta con él cobra vida.
Pronto con la ayuda de este peculiar instrumento, comenzará a ayudar a los vecinos de su pequeño pueblo de Baihua. Y más cuando la vida de nuestro protagonista se complica, un malvado y ambicioso general se propone conseguir grandes cantidades de oro enterradas bajo las viviendas de sus indefensos vecinos. Cuando este malvado personaje se entera de la existencia del pincel mágico, se propone conseguirlo a cualquier precio.
Aunque Ma Liang tiene un plan para evitar que el general se convierta en el hombre más poderoso del mundo.
Zhong Zhixing escribe y dirige esta cinta de animación, adaptación de un popular cuento chino, sin practicamente aciertos. Pese a una animación cuidada, que sin soprender si deja buenas sensaciones, y un esmerado diseño de personajes, El pincel mágico sufre las carencias de un guión demasiado simple que da al traste con cualquier posibilidad de la película. Esto unido a la inconsistencia en la dirección de Zhixing convierten a esta aventura en una cinta más que olvidable.
Respecto al gran público su ausencia de complejidad no conseguirá el aprecio de los padres, mientras para los niños no deja de ser una película animada, demasiado poco entretenida, como para centrar su atención la mayor parte del tiempo.