Puntuación:
De fondo en ese guion oscuro. Tu hijo, retorcido en los últimos instantes, queda latente el divagar sobre las personalidades del ser humano, si somos lo que mostramos o solo es pura fachada. Aquí los protagonistas tanto los femeninos como los masculinos esconden algo, pero son los masculinos los que hacen que las mujeres tapen y oculten para no dar que hablar, que decir.
Tu hijo es una cinta que evoluciona pausadamente haciendo rudo a su personaje principal, con emociones cambiantes y una coraza que no se despega de él mismo, ni en el último minuto, coraza que se pone a raíz del golpe emocional que tiene en su vida.
Miguel Ángel Vivas es un director curtido tanto en el thriller como en el terror, en cine y en series televisivas, de hecho en la actualidad José Coronado y el mismo están colaborando en la serie Vivir sin permiso, así que estos dos trabajos en cierta forma han sido paralelos, y el thriller es una base de ambos. Ahora el director después de unos años fuera de España vuelve a sus orígenes.
Jaime tiene una acomodada vida, y una gran reputación como cirujano, pero todo cambia cuando su hijo de 17 años se queda en coma después de recibir una paliza Ahora su rumbo cambia y todo girará en impartir justicia, intentando encontrar a los culpables de esa situación.
De fondo en ese guion oscuro. Tu hijo, retorcido en los últimos instantes, queda latente el divagar sobre las personalidades del ser humano, si somos lo que mostramos o solo es pura fachada. Aquí los protagonistas tanto los femeninos como los masculinos esconden algo, pero son los masculinos los que hacen que las mujeres tapen y oculten para no dar que hablar, que decir.
Elegir entre la conciencia y la sangre es alto voltaje emocional, al menos es como lo plasma el director en un guion que va escudriñando y arañando en el corazón y sinrazón de los actos que a veces se justifican por no saber o querer poner en la balanza el poder del contrasentido, o los orígenes.
El ritmo del thriller y la historia narrada tiene buena conjunción, lo peor llega en el momento final, cuando el director quiere rematar la jugada y aunque el espectador pueda haber intuido parte de lo que se esconde, se muestra tan abruptamente y sin ningún velado emocional que deja un mal sabor de boca, la sorpresa es tanto con el fondo como la forma, hubiera quedado mucho mejor con un toque de misterio, y que cada uno hubiera elucubrado, que lanzar todas las cartas. Un envite que no gana el órdago para rematar la partida.
Ahora que está tan en boga los feminismos, Tu hijo suma todas las miradas ante la supremacía del poder de la fuerza y la violencia sin sentido de la posesión y como se justifica en el mismo género los actos, sin medir la realidad, sin ser ecuánime con la familia en sí, mostrando los patrones educacionales que se manifiestan sin positividad ante la verdad.
La interpretación de José Coronado es meramente correcta, destaca en el último tramo, específicamente en las últimas secuencias, porque por momentos resulta algo línea. Le ayuda en muchas tomas la compañía de Ana Wagener, aportando grandeza en las partes que está al igual que hizo en su anterior película El reino.