Puntuación:
Tercera entrega del personaje interpretado por Denzel Washington que vuelve a ofrecer las mismas raciones de violencia sádica que anteriores aventuras, aunque esta vez adornada con los bellos paisajes italianos.
Los justicieros urbanos tuvieron su gran auge entre los años setenta y ochenta. El aumento del conservadurismo en Estados Unidos durante esa época provocó el apogeo en el cine de estos hombres capaces de ir más allá de las leyes para acabar con los malvados. El principal ejemplo de ello lo tenemos en la saga iniciada con El justiciero de la ciudad, donde Charles Bronson hacía valer la ley del revolver contra los criminales, o la serie de Harry Callahan, agente poco dado a las reglas que encarnara Clint Eastwood. En el fondo, ambos no eran más que una versión actualizadas de los personajes vengadores del cine del oeste.
El nuevo milenio ha vuelto a poner de moda este tipo de sujetos. Ahí tenemos la mayoría de las películas de acción donde participa Liam Neeson o cintas como Al límite o El justiciero, remake de El justiciero de la ciudad encabezado por Bruce Willis. Entre todas ellas destaca The Equalizer, saga dirigida por Antoine Fuqua y protagoniza por el veterano Denzel Washington, en la piel de un antiguo agente de la CIA que decide saldar cuentas con aquellos criminales que quedan impunes y acosan a los más débiles.
En Equalizer 3, la tercera entrega de la franquicia, el dúo creativo repite en una cinta que tiene como principal novedad que transcurre fuera de Estados Unidos, en la soleada Italia, y en un entorno rural. Allí llega el protagonista para imponer su forma de hacer justicia y se quedará para recuperarse de una herida. Durante su reposo, el particular vengador se encariñará con los habitantes de un pequeño pueblo y les protegerá de la mafia.
La película puede verse casi como una versión actualizada de Raíces profundas o El jinete pálido. Fuqua vuelve a demostrar su especial habilidad a la hora de coreografiar las secuencias de acción más o menos sádicas y sabe fotografiar con gusto los parajes italianos. Por otra parte, vuelve dejar patente su escasa habilidad a la hora de dotar de algo de fuerza a los aspectos más dramáticos, aunque en esta ocasión haya aligerado un tanto el metraje respecto a entregas previas.
Washington muestra de nuevo su lado más hierático como el protagonista, mientras que Dakota Fanning, que ya trabajó con el intérprete afroamericano en El fuego de la venganza, encarna de manera correcta a la joven agente de la CIA que investiga la conexión mafiosa con el terrorismo islámico. Lo más destacable en el aspecto interpretativo sea la labor de los actores italianos que dan vida a los mafiosos y a los habitantes de la pequeña población donde tiene lugar el filme.
En definitiva, The Equalizer 3 es una correcta muestra de cine de acción que se ve sin esfuerzo y se olvida rápido. Hará las delicias de los seguidores de la saga y amantes del cine de género, pero dejará con hambre de séptimo arte a los que esperen un poco más.