Una serie cómica y realista sobre las relaciones sentimentales
Cuando vemos un documental sobre la invención de algún instrumento o artilugio, pensamos para nuestros adentros en un monólogo envidioso “yo podría haber hecho lo mismo”. Pero no entendemos que, aunque desde el prisma actual nos parezca algo tan obvio, la grandeza de los inventos es que están perpetrados por genios inconformistas con su tiempo y entorno. De igual forma que en la actualidad pensamos que está todo inventado, aquellos personajes debían de hacer lo propio en su época pero aun así supieron y lograron romper esa molesta y acuosa superficie de la mediocridad como si fuesen Naomi Watts en el famoso cártel de la película de J.A. Bayona.
Al igual que en el campo de la inventiva, tendemos a pensar que todo o casi todo está ya inventado en los argumentos de las series de tv y largometrajes. Y Togetherness, una de las nuevas apadrinadas de la afamada cadena HBO, contribuye a ese pensamiento dominante con sus primeros episodios. Su premisa se centra en retratar la vida de dos parejas (una más peculiar y otra invadida por la rutina) que conviven en el mismo domicilio y atraviesan situaciones tan realistas como cómicas y viceversa. Pero el problema son los lugares comunes. Precisamente al intentar ejecutar un boceto sobre una pareja de casados ahogados en esa rutina, se explotan en demasía los clichés y los tópicos, restándole originalidad y valor añadido a la producción (de hecho al segundo episodio ya han utilizado el gag del sadomasoquismo implantado por las lectoras de 50 Sombras de Grey).
No obstante, la firma de la HBO siempre genera confianza y los críticos especializados aducen a la paciencia del espectador, pues según ellos Togetherness mejora con el paso paulatino de los capítulos. Por tanto, se situaría en el bufet libre del que se sirve siempre un hambriento espectador ataviado con el característico pañuelo al cuello para evitar mancharse, como una alternativa para los pacientes o para aquellos que disfruten con ese género cercano a las Escenas de Matrimonio pero menos chabacanas y con el toque sobrio y naturalista de HBO.