Especiales de cine. Keira Knightley.
Nadie como ella para lucir esta prenda de lencería que triunfó durante siglos.
¿Qué es lo que hace a Keira Knightley tan especial para los dramas de época?
Sin duda ella es la dueña y señora de los vestidos con ballenas, o los tocados, y ahora vuelve a demostrarlo poniéndose en la piel de una de las grandes heroínas de la historia de la Literatura: Anna Karenina.
Entró en el cine por la puerta grande, con un papel pequeño, pero en una de las sagas más importantes de todos los tiempos: «Star Wars». George Lucas la eligió para que actuara como replicante de Natalie Portman, como el señuelo de la reina Amidala. Con tan solo 14 años, tal “desembarco” solo podía augurar un buen futuro por delante. Aunque muchos la descubrieron cuando interpretó a Jules en la popular y futbolística “Quiero ser como Beckam” de Gurinder Chadha en 2002. Sin embargo, entre su trabajo con “el genio de las Galaxias” y la directora india, Keira rodó dos TV movies de época: «La princesa de Sherwood», en la que hacía de la hija de Robin Hood, y una adaptación de Oliver Twist. Además ese mismo año, interpretó a uno de los personajes más interesantes de la literatura rusa, la Lara de Doctor Zhivago.
A los 18 años comenzó su idilio definitivo con el corset, prenda que ya la acompañaría en múltiples ocasiones en la gran pantalla;siendo, además, catapultada al éxito por la factoría Disney de manera definitiva con la primera película de “Piratas del Caribe”. Aunque su Elisabeth Swann abandonaba sus remilgos y su atuendo de damisela por el sable y el sombrero de corsario a lo largo de la saga; con este papel, Keira demostró que tenía un talento especial para las películas de época.
En 2005, llegó uno de sus papeles más importantes: Elisabeth Bennet, la heroína de Jane Austen. Esta adaptación de “Orgullo y prejuicio” supondría para ella no solo su primera nominación al Oscar, sino el principio de una relación más que propicia de director-musa con el británico Joe Wright. El cineasta británico la dirigió después en el bellísimo drama “Expiación”, y ahora la ha convertido en la heroína de Tolstoi con su versión de «Anna Karenina».
Tres años después, entrelazando proyectos cargados de acción como «Domino», pasión como «En el límite del amor», o literatura como la adaptación de la célebre novela de Baricco, «Seda», Keira Knightley volvió a enfundarse el corset, los vestidos de ballena, y los sombreros de plumas para interpretar a Georgiana Spencer, en «La duquesa», una antepasada de la princesa Diana, que fue en su momento igual de popular que ella, pero igual de desdichada.
En 2011, después de la romántica “Solo una noche” y la sorprendente “Nunca me abandones”, el género de época volvió a cruzarse en el camino de Keira. David Cronenberg la escogió para dar vida a Sabina Spielrein, una de las primeras mujeres de la historia del psicoanálisis que ideó el concepto de pulsión sádica, que después Freud utilizaría para desarrollar su pulsión de muerte.
En «Un método peligroso», acompañada por Michael Fassbender como Carl Jung, y por Viggo Mortensen en el papel del padre del psicoanálisis, Keira realizó una de sus interpretaciones más descarnadas y brillantes, que sin embargo pasó casi desapercibida. Su personaje que iba desde la locura hasta la lucidez absoluta, sin abandonar la pasión más cruel, llevaba el corset como ninguno de los que haya interpretado hasta ahora. Los que hayan visto la película, sabrán de lo que hablo.
Han tenido que pasar dos años, para que veamos de nuevo a Keira colarse dentro de las cintas, el miriñaque, y demás artilugios. Su Anna Karenina, es bastante real, luchadora y arrebatadora, y está cosechando grandes elogios de la crítica.
¿Por qué es Keira la reina de las películas históricas, en este etapa del cine?
Según sus propias palabras, la actriz adora los aspectos fantásticos y dramáticos de un largometraje de época. Sin embargo, detesta llevar pesados vestidos y ajustados corsets. En una entrevista afirmó: es horrible, porque si tengo que estar 16 horas, de pie, trabajando, ¿estaría mal poder respirar un poquito?
Sin embargo, pese a las dificultades que estas prendas puedan acarrearle, lo cierto es que la han ayudado a definir un tipo de papeles que sabe defender y hacer brillar como pocas actrices de su generación.
Las mujeres que Keira Knightley ha interpretado llevando corset, han sido grandes luchadoras, pasionales, elegantes y sufridoras. Como la prenda misma, un instrumento que oscila a partes iguales entre la belleza y dolor, como las maravillosas heroínas a las que ella ha dado vida llevándola.
Un Especial de cine de Irene Chaparro.
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